04/01/11
El Gran Capitán: al tren más lento del país lo sufren los nuevos migrantes
Misioneros que se van de la provincia en busca de una mejor vida, bonaerenses que eligieron la tierra colorada por distintas razones, conforman gran parte de la nueva migración interna entre provincias y centros urbanos, fenómeno que parece no cesar en las últimas décadas en la Argentina.
Desde hace casi siete años desde la vuelta del servicio ferroviario a la Mesopotamia a través de la línea General Urquiza, los misioneros de menor calidad de vida aprobaron felices el regreso de El Gran Capitán, porque con un pasaje a costo muy inferior al de los colectivos de larga distancia, pueden movilizarse hasta la Capital Federal o muchos destinos de las provincias de Corrientes y Entre Ríos. Pero el servicio social como fuera resaltado en varias ocasiones por los apoderados y gerentes de la empresa Trenes Especiales Argentinos a cargo de la explotación del El Gran Capitán, fue degradándose con el paso del tiempo y lo que parecía por entonces una lenta pero segura recuperación de las máquinas, vagones y las vías, en la actualidad esa esperanza está a varios metros bajo tierra. De todas formas los usuarios siguen demostrando cierta fidelidad, pero aunque el romance sufre constantemente enojos y reclamos, lo cierto es que lo que los une no es precisamente el amor, sino el espanto. Parece imponerse y fundamentarse el precario servicio por el poco dinero por el que se paga. Por más ganas que pongan los protagonistas, irremediablemente cada viaje es una travesía lastimera en donde en el medio quedan personas acostumbradas a sufrir en carne propia lo que se recibe a cambio de no poder pagar un viaje más humano y menos impiadoso. El servicio conocido como “El Gran Capitán” desarrollaba una velocidad media ponderada cuando la vía fue entregada por Ferrocarriles Argentinos, de 91,6 kilómetros por hora y en muchos tramos alcanzaba hasta los 120 km/h. En la actualidad apenas puede desarrollar los 53,2 km/h, aunque algunos empleados de la empresa TEA aseguran que la máxima velocidad que puede lograr, son los 80 km/h, cuando debe enfrentar el ascenso al puente Zárate Brazo Largo. “El Gran Capitán recorre 1.100 kilómetros a paso de bicicleta”, se indica en varios portales de ferroaficionados. El tren atraviesa Entre Ríos y Corrientes de punta a punta a menos de 60 km/hora, por el mal estado de las vías. La mayor parte corre paralelo al río Uruguay, que curiosamente nunca se deja ver. Muy por el contrario y casi con la misma cantidad de kilómetros, entre una y otra estación final, la red del Ferrocarril Mitre entre Retiro-Zárate y Zárate-Tucumán, el tiempo total de viaje es de 25 horas, contra las 30 horas promedio de El Gran Capitán. Con los retrasos, el viaje llega a las 40 o más horas. (Territorio – Misiones)