29/12/20
El Tren a Buenos Aires se afianza como alternativa económica y segura
Desde que volvió el 1º de diciembre, el tren que une Rosario con la estación de Retiro, en Buenos Aires, se afianza cada vez más como una alternativa económica y segura desde el punto de vista sanitario, dada la amplitud de los vagones y la limpieza de las unidades. El servicio que sale de la estación Rosario Norte todas las noches a la 0.40 y llega 6 horas y 15 minutos después a Capital Federal transporta en promedio casi 500 pasajeros diarios y se proyecta que a fin de mes llegará a los 15.000 boletos cortados. La Capital estuvo a bordo de una de las formaciones y realizó el recorrido ida y vuelta para contar la experiencia.
Es la hora 0.20 y los pasajeros aguardan dentro del edificio de la estación, moderno y en buenas condiciones, pero también afuera, en la puerta por avenida del Valle por cuestiones de protocolo. La presencia de efectivos de la Policía Federal es visible y el clima es tranquilo. Todos son invitados a subir a la formación, previo chequeo de boleto y toma de temperatura. Ningún empleado requiere más documentación que esa, como el certificado de circulación o la declaración jurada para ingresar a Capital Federal.
Cómo llegar a la ciudad de Rosario en avión, tren, colectivo o auto
Una de las características más destacables es la puntualidad: a la 0.40, ni un minuto más ni uno menos, el tren arranca viaje. También llegará a horario con precisión asombrosa, a la que la generación habituada a viajar en micro con todas las eventualidades imprevistas como el tránsito en el ingreso, accidentes viales o cortes de ruta, no está habituada. El servicio es pulcro, eficiente y ordenado. Sin lujos, todo lo que se ve funciona. Hay hasta clavijas para enchufar notebooks o celulares. En el coche pullman no se ven signos de deterioro o falta de mantenimiento. El viaje es cómodo. Los baños están limpios y equipados.
El viaje demora 6 horas y cuarto. En Retiro tampoco requieren ningún papel ni controlan si los que descienden o suben tienen instalada la app Cuidar en sus teléfonos. El tren llega a las 6.57, perfectamente en horario, con apenas dos minutos de diferencia con lo anunciado. La vuelta es puntual y ordenada como en la ida. La diferencia en lo que toma el recorrido no es tanta respecto del micro, considerando los atrasos que tienen los ómnibus por los atascos en ingresos a Buenos Aires, que convierte un viaje de 4 horas en uno de 5, lo que acorta la diferencia a una hora. Pero la contra del tren es que tiene un solo horario por día. Con más oferta y algo menos de demora, el servicio sería imbatible.
El precio es decididamente un aspecto destacado por lo económico. El pullman cuesta 360 pesos, que se reduce a 325 si se compra on line, y 300 pesos, que baja a 270, en primera. En micro los precios treparon a 1.500 pesos. La opción más rápida, en auto, insume unos 1.500 pesos de nafta sin contar peajes, y con GNC unos 700. El carpooling ya no será una opción durante la era Covid. Es la hora del tren.
Hasta el 11 de diciembre, el “Rosarino”, como le llaman en Trenes Argentinos, estuvo habilitado a trabajar con el 60 por ciento del pasaje. Luego, la restricción retrocedió hasta el 80 por ciento, por lo que hoy el límite es de 290 pasajeros por viaje para mantener el distanciamiento social. Los días en los que más se utiliza son los fines de semana, de viernes a lunes. Los del resto de la semana (martes, miércoles y jueves) la demanda baja un poco. Los asientos y dimensiones de los vagones son amplios, y las personas respetan mayoritariamente las medidas de cuidado sanitario, más en el caso de los barbijos que en la distancia, porque ya se están vendiendo asientos contiguos.
Accesible
En cuanto a la accesibilidad, en el coche pullman adaptado el baño es enorme, tiene barras y los botones a baja altura con ese propósito. Los pasillos y las puertas son amplias para que pueda entrar una silla de ruedas, y la unidad posee rampas. En el servicio que tomó este diario, una persona que caminaba sostenida por un andador ortopédico pudo viajar totalmente por su cuenta.
Es necesario advertir que es algo difícil dormir durante la madrugada: una vez por hora el tren para y un aviso sonoro anuncia la localidad por parlante, se prenden las luces y sube gente. La usual mala educación de pasajeros que hablan por teléfono a los gritos o reproduce audios en el celular también atentan contra la paz y el descanso.
Como nota al pie, en Baradero y Arroyo Seco dos piedrazos impactaron en las ventanas, que resistieron el golpe. Todos los cristales son blindados, excepto los de las ventanillas emergencia, pasibles de ser destruidas para poder salir. (La Capital)