12/06/20
Anunciaron la extensión del tren Haedo-Temperley, que llegará a la Universidad de Lomas
El “tren universitario” conectará la estación Juan XXIII con el cruce de Camino de Cintura. Actualmente, todo el ramal se encuentra inactivo y en obras.
El proyecto del Tren Universitario es una idea que seguramente le sonará familiar a la mayoría de las personas que han transitado los pasillos de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Hasta ahora era más que nada un sueño, la idea lejana de que un día el tren Roca llegase hasta la puerta de la Universidad.
Finalmente, parece que el proyecto se acerca a concretarse algún día. Este jueves las autoridades de la universidad se reunieron con funcionarios de Trenes Argentinos con el objetivo de analizar la iniciativa y empezar a elaborar el plan para construirlo.
Actualmente, la estación más cercana a la sede de la UNLZ -ubicada en el cruce de Lomas, la intersección entre Camino de Cintura y la avenida Juan XXIII, continuación de Camino Negro- es Juan XXIII, del ramal Temperley-Haedo, un brazo marginal del Ferrocarril Roca que en los últimos años viene funcionando muy mal por una serie de problemas a lo largo de su traza y en octubre pasado quedó inactivo.
Cuando hay tren, los estudiantes deben bajar a unas quince cuadras de la sede universitaria y caminar por la ruta en una zona bastante despoblada.
La estación, a su vez, es de por sí precaria, está bajo el puente de Juan XXIII y tiene una plataforma mínima. Los usuarios también destacan la necesidad de mejorar las condiciones de esa parada.
“No recomiendo tomar ese tren y menos de noche. Viajé varias veces en mí época de estudiante. Si bien en el tren últimamente viajan dos efectivos de la Policía Federal, la estación Juan XXIII, es insegura”, señala Carlos Ceridono, ex usuario.
La opción que plantea el Tren Universitario es generar una extensión desde ese punto hasta la facultad y que los estudiantes puedan utilizarla como opción al colectivo, para simplificar el viaje, o bien para llegar desde la zona oeste o de localidades vecinas como Burzaco, Adrogué o las más cercanas a Temperley en el partido de Lomas de Zamora.
El tren que sale de Temperley, para en Turdera (estación Hospital Español) y Llavallol (estación Santa Catalina) antes de llegar a Juan XXIII. Desde esta saldría el servicio hasta el cruce de Lomas, en el límite con el partido de Esteban Echeverría.
“Las autoridades se comprometieron a evaluar la factibilidad de esta iniciativa para construir un acceso ferroviario desde la estación Juan XXIII, del ramal Temperley-Haedo, hasta nuestro campus”, anunció el rector, Diego Molea, tras una recorrida junto a Ricardo Lissalde, de Infraestructura de Trenes Argentinos, Martin Marinucci, de Operaciones, y Damián Contreras, de Trenes Argentinos Capital Humano.
Desde el área de comunicación de la Universidad explicaron que el proyecto recién está en sus primeras etapas, por lo que no se conocen demasiados detalles. Trenes Argentinos evalúa distintas opciones para llevar adelante esta obra, al mismo tiempo que analizan todo el terreno que rodea a la Universidad para decidir cuál es la opción más potable.
“Los que vienen de Lanús y Lomas podrían bajarse en Temperley y tomar el tren para ir a la Facultad. Descomprimiría mucho los colectivos”, destaca un docente de la casa de estudios.
Es que además, actualmente, la comunidad académica sólo cuenta con un colectivo que los acerca desde Temperley. “Sería una especie de transporte directo desde Temperley al cruce de Lomas, con lo cual lo podría aprovechar mucha otra gente por fuera de los que vamos a la facultad”, agrega.
Otro aspecto que flota en el aire junto con este proyecto es la reactivación del ramal Temperley-Haedo, que tras muchas demoras y cancelaciones que eran una situación habitual de ese tren, directamente dejó de funcionar hace más de siete meses para el transporte de pasajeros. Por sus vías sólo circulan algunos esporádicos trenes de carga, como el que une Mendoza con La Plata.
En marzo, poco antes de declararse la cuarentena, Trenes Argentinos trabajaba en la traza para permitir la vuelta del servicio, cosa que, ante el panorama actual, quedó trunco.
El problema principal que señalaban las autoridades a cargo del tren era las malas condiciones de los terraplenes, especialmente en el kilómetro 35, muy cerca de la estación anterior a Juan XXIII.
Según informaron, vecinos de la zona se habían llevado tierra y piedras de ese lugar generando agujeros a los costados de las vías, situación que provoca riesgo de descarrilamiento.
Ahora Trenes Argentinos informó que la línea retomó en obras aunque por el momento no hay una fecha de reapertura.
La función de este ramal, al ser el único transversal, es que permite combinar servicios del Belgrano Sur, la línea Sarmiento y hasta conectar con La Plata. Por otro lado, también enlaza directamente con el Mercado Central.
“Pese a esta potencialidad, el ramal ha sido tratado históricamente como marginal: su electrificación nunca fue contemplada seriamente y se lo marginó de la obra de colocación de equipos de frenado automático ATS”, remarcan en el sitio En El Subte, especializado en transporte. Hasta mediados de la década del 90 lo operaba el Ferrocarril Sarmiento y desde entonces, el Roca.
“En 2011, por ejemplo, se ofrecían 18 servicios diarios por sentido, que tardaban 49 minutos en unir ambas cabeceras-detallan en el mismo sitio-. En contraste, en el último horario vigente antes de la suspensión se ofrecían solo 10 servicios por sentido y el tiempo de viaje entre cabeceras se había incrementado a 1:20 hora, en buena medida debido a las precauciones en el complicado sector del terraplén inestable”. (Clarin)