09/08/19
La empresa Ghella rechaza el plan de transformar el soterramiento del Sarmiento en un viaducto
Por la crisis económica la Ciudad busca imitar el modelo de los trenes Mitre y San Martín. Desde la empresa italiana están furiosos con la decisión.
La decisión de Horacio Rodríguez Larreta de hacer un viaducto para el tren Sarmiento en lugar de soterrarlo abrió una grieta al interior del macrismo. Desde la empresa italiana Ghella están furiosos con la decisión que, entre otras cosas, mermará sus ingresos por una obra que estaba cotizada en casi 3 mil millones de dólares.
Se trata de uno de los proyectos más importantes de la Argentina. Fue anunciado y pospuesto decenas de veces. Mauricio Macri fue uno de los presidentes que lo presentó, al igual que Cristina Kirchner, pero no logrará terminarlo antes de un eventual segundo mandato.
La crisis económica obligó a recalcular al gobierno porteño y desde la Ciudad decidieron que el Sarmiento circule sobre un viaducto desde Liniers hasta Caballito. El del viaducto del Mitre costó 2056 millones de pesos lo que equivale a 11,7 millones de dólares por kilómetro de vía elevada. El Sarmiento, en cambio tiene un costo de más de 166 millones de dólares por kilómetro, catorce veces más.
En un principio el gobierno nacional había proyectado un túnel de 18 kilómetros de largo que uniría las estaciones de Ramos Mejía, Ciudadela, Liniers, Villa Luro, Floresta y Flores. Entre Caballito y Plaza Miserere corre en trinchera.
Según lapoliticaonline, desde la empresa rechazan la idea del viaducto. Argumentan que el proyecto no va funcionar, que subirlo y bajarlo es un «disparate».
En el gobierno porteño creen que el viaducto es la mejor solución: consideran que los resultados con los ferrocarriles Mitre y San Martín fueron positivos. Además señalan que existe un grave problema con los túneles: los caños de agua.
Algunos caños están mapeados pero los mapas no son precisos, sobre todo en el caso del agua corriente. «Hay una densidad muy alta de caños y si rompemos un caño maestro tenemos que parar la obra por seis meses», explican.
En enero de este año el ajuste de las cuentas públicas obligó al Gobierno nacional a frenar el soterramiento del ferrocarril Sarmiento. Por falta de fondos se paralizó la construcción del túnel, se cerró la fábrica de dovelas y se cancelaron algunos contratos, además de la suspensión de unos 100 trabajadores.
El proyecto es seguido con mucha atención desde la Casa Rosada. La familia tiene un muy buen vínculo con la compañía que hoy dirige Lorenzo Ghella. Incluso en una de las primeras visitas internacionales el presidente visitó la obra junto al ex primer ministro italiano Mateo Renzi. NR (lapoliticaonline-parabuenosaire)