15/03/19
El ajuste de Dietrich paraliza las obras ferroviarias en el interior y solo mantiene en pie los arreglos de vías y estaciones en el área metropolitana
Por Antonio Rossi
Mientras busca desviar la atención atacando a Marcelo Tinelli por sus últimas declaraciones críticas contra el gobierno macrista, el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich sumó un nuevo hito negativo en el sector ferroviario que afecta a la región del NOA y a las provincias de Santa Fe y Buenos Aires.
Se trata de la paralización de todas las obras de renovación de vías y arreglos de puentes en el interior del país que lleva adelante la empresa estatal ADIF en la red del ferrocarril Belgrano Cargas y en los ramales de pasajeros que van desde la Capital Federal a Rosario y Mar del Plata.
Por la falta de pago de los certificados de los tramos terminados y las demoras registradas en las redeterminaciones de precios de los contratos afectados por el avance inflacionario, practicamente todas las UTE y consorcios de empresas que tienen a su cargo las obras de reemplazo y modernización de vías, puentes y durmientes resolvieron en las últimas semanas interrumpir los trabajos hasta nuevo aviso y prescindir del personal que habían tomado en forma temporaria.
Producto del ajuste comprometido con el FMI y los fuertes recortes que sufrió el presupuesto 2019 del área de Transporte, las empresas ferroviarias estatales que dependen de Dietrich se quedaron sin aire ni recursos para poder mantener en pie el programa de inversiones en obras de infraestructura ferroviaria que se había puesto en marcha entre 2017 y 2018 en los principales ramales de cargas y pasajeros del interior del país.
Las provincias norteñas más golpeadas por la interrupción de las obras de renovación de vías son Jujuy, Salta, Tucumán, Santiago del Estero, Formosa y Chaco. Son obras que había adjudicado la ADIF para mejorar y modernizar los ramales troncales del ferrocarril Belgrano Cargas.
Curiosamente para esas obras—que fueron anunciadas con bombos y platillos--, la administración macrista ya cuenta con los rieles, durmientes y equipos de vías que arribaron de China en el marco del convenio binacional que había cerrado el gobierno kirchnerista para la recuperación de la red del Belgrano Cargas con un crédito de 2.400 millones de dólares.
La paralización de los trabajos –que afectan principalmente a las obras previstas en los ramales C-8, C-12, C-15, C-18 del Belgrano Cargas –dejan en la nebulosa una inversión prometida de casi 5.000 millones de pesos que iba a generar alrededor de 1.500 puestos laborales a lo largo de este año.
Una de las UTE que ha frenado recientemente las obras es la que lidera la constructora local UCSA –del empresario macrista Manuel Santos Uribelarrea—y que lleva como socias a Performar y la brasileña Spavias.
Pese a que ha sido una de las empresas más beneficiadas con contratos de obras de transporte y energía desde la llegada de Macri a la Casa Rosada, UCSA despidió a 40 de los 120 empleados afectados al ramal C-18, los cuales-- según denunciaron delegados de la UOCRA—recibieron solo un tercio de las indemnizaciones legales correspondientes.
La suspensión de obras también llegó a los ramales de pasajeros Retiro-Rosario y Constitución-Mar del Plata, donde las renovaciones de vías que estaban en las etapas finales quedaron frenadas por la demora de más de un año que acumula la cartera de Transporte en los pagos de los trabajos terminados entre 2017 y 2018.
Aunque no lo admita publicamente, la estrategia de Dietrich es direccionar casi todos los recursos presupuestarios que le dejaron para ferrocarriles a las obras en estaciones y vías que están en marcha en la región metropolitana.
De esta manera, lo busca el gobierno es poder mostrar de cara a la campaña electoral avances y mejoras en el servicio de los trenes urbanos de pasajeros que unen la Capital Federal con el Gran Buenos Aires y relegar las obras en las redes de cargas que tienen un impacto político menor en los votantes. (Transporte y Energía)