11/09/17
Experiencia novedosa: un estudio de videojuegos en un vagón de tren
Teclados retroiluminados, mecánicas de juego esquematizadas en papel y computadoras corriendo programas de animación 3D le pusieron un condimento especial a un viaje en tren de Buenos Aires a Córdoba que, protagonizado por 40 jóvenes argentinos, transformó por primera vez en el país a un vagón en movimiento en un estudio de desarrollo de videojuegos.
La travesía de 20 horas sobre rieles se llamó Argentina Train Jam (#ArgTrainJam), estuvo organizada por la Fundación Argentina de Videojuegos (Fundav) y reunió a diseñadores, músicos, animadores, programadores y actores de voz con una misma pasión: crear juegos.
El punto de partida fue la estación porteña de Retiro, donde los participantes aguardaron la llegada del tren mientras escucharon un miniconcierto a cargo de la orquesta Corear, dedicada a la interpretación de música de videojuegos.
El reloj marcó las 19 y el tren salió rumbo a Córdoba, y con él arrancó la preparación de mates y la organización de los enchufes que permitieron la conexión de siete notebooks; quedó espacio libre para cargar los celulares y los dispositivos que capturarían cada momento de esta iniciativa, que contó con la colaboración de Trenes Argentinos y la institución educativa de videojuegos Image Campus.
La consigna de inspiración fue un sonido vinculado al ferrocarril, que cada grupo tomó de manera libre para adaptarlo a sus creaciones, mientras que todos adoptaron la misma estrategia operativa de reducir el brillo de las computadoras para maximizar la duración de las baterías.
A medida que pasaban las horas, los avances y personajes animados en 3D que los jóvenes iban creando en sus computadoras volvían cada vez más atractiva la escenografía del vagón “gamer”, que alimentaba la curiosidad de los pasajeros que viajaban en otros vagones. Algunos se animaron a acercarse y preguntar de qué se trataba la actividad o a sacar fotos de la aventura.
“Hago arte en 2D y ahora estoy trabajando en unas animaciones para un juego que tiene como escenografía una ciudad. Hoy, el desafío es hacer una variedad de cosas en poco tiempo”, contó una de las participantes, conocida en la comunidad de desarrollo con el nombre de Leno.
Esa es la particularidad de este tipo de eventos denominado Jam, una especie de improvisación sobre un tema y en este caso “un ejercicio muy piola para desestructurarse en lo que es el desarrollo de juego”, consideró Facundo Mounes, presidente de Fundav.
Pero a esa particularidad de crear un proyecto en pocas horas se le agregó el de hacerlo a bordo de un tren, uno de cuyos vagones estuvo destinado de forma exclusiva a la Argentina Train Jam. Como tal, fue el único de la formación que se mantuvo con las luces encendidas durante toda la noche en un ambiente donde, lejos de la competitividad, primó el compañerismo, la colaboración y el espíritu de comunidad.
Concentrado mientras dibujaba en una hoja de papel estaba Pablo Palacios, otro de los participantes: “Estoy haciendo el diseño y el boceto por escrito de cómo se debería ver en la pantalla el juego para dárselo a los artistas y empezar a programar”, explicó.
El proyecto del equipo de Pablo es un juego cooperativo para dos jugadores, pensado con la idea de mantener la locomotora funcionando mientras se suceden diferentes eventos.
La claridad del amanecer reflejada en las ventanillas despertó los pocos participantes que durmieron algunas horas, porque la mayoría se mantuvo despierta trabajando en sus creaciones, que finalmente fueron ocho y que pronto van a estar publicados en el sitio de Fundav, aseguró Alejandro Iparragurirre, uno de los responsables de la Fundación.(DP)