15/06/17
Tren de nostalgias
Cuantos recuerdos del Ferrocarril Belgrano y el San Martín. Muchas veces suelo pasar por las inmediaciones de lo que fueron las estaciones. Si, aquí en el centro de nuestra capital sanjuanina. Sólo quedan vestigios de esos lugares que hasta fines de la década de 1980 y al iniciarse la de 1990, tenían vida. Esa vida que le daba el ferrocarril. Y, que por designio de Dios, hizo nacer a muchos pueblos a lo largo y ancho del país. Sólo porque pasaba una formación, ya sea de pasajeros o de carga.
Recuerdo esa estación del Ferrocarril Belgrano, sobre avenida España. Yo era niño. El techo bien alto, que hacía retumbar las voces del público. Esa garita interna donde se vendían los pasajes para viajar con destino final a Córdoba. También recuerdo la Estación San Martín, sobre la misma avenida, pero esquina José Ignacio de la Roza.
Entre ambas estaciones había un común denominador. Todo era de arquitectura y diseño inglés. Ese aroma a caramelos masticables de frutilla. No sé por qué, pero las dos tenían ese aroma o al menos, yo los notaba.
El uniforme de los guardas y del inspector. Las expectativas de la gente que viajaba y el saludo de los que se quedaban. El momento en que se subía al tren, "clase turista" o "primera clase". Como era tan niño, me costaba subir por lo alto de los escalones de cada "coche", como se les llamaba.
Luego de acomodarse en sus butacas, los pasajeros se disponían a despedirse. El momento cúlmine llegaba cuando sonaba la campana, un trabajador ferroviario hacía sonar su silbato y el maquinista hacía sonar la bocina de la locomotora. Todo un protocolo y ritual en cada estación.
Un suave movimiento hacía que la formación se pusiera en marcha. Comenzaban las manos en alto en señal de despedida. Hasta que, poco a poco, el tren se marchaba.
Cuantos recuerdos y nostalgias me dan el ver esos vestigios de las estaciones ferroviarias. Entonces me surge la pregunta. ¿Tendremos otra vez, tren de pasajeros en San Juan? (D de Cuyo)