20/07/16
Ferroviarios: Preocupa la militarización de Ferrobaires
Ante la cancelación de la totalidad de los servicios, peligran miles de puestos de trabajo. Militares y un oscuro personaje socio de Martínez de Hoz deciden el destino de la empresa ferroviaria provincial. Alerta en ciudades y pueblos del interior de Buenos Aires.
Las cuatro entidades gremiales (Unión Ferroviaria, La Fraternidad, A.P.D.F.A. y A.S.F.A.) que nuclean a la totalidad de los
empleados de la empresa ferroviaria provincial manifestaron días atrás, a través de un parte de prensa, la gran preocupación por la cancelación de la totalidad de los servicios ferroviarios que presta Ferrobaires y comunicaron el absoluto rechazo a la medida dispuesta por el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, agregando que ello “ocasiona un alto grado de incertidumbre en la familia ferroviaria por el riesgo de perder su fuente laboral”.
La medida le fue comunicada al Ex Coronel Fernando Dotti, Administrador de Ferrobaires, mediante una simple nota firmada por el titular de la Subsecretaría de Servicios Públicos, Ing. Pablo Gaytán, dependiente del Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos de la Provincia de Buenos Aires.
En ese marco, los cuatro gremios declararon el estado de alerta y sesión permanente sin descartar la adopción de medidas de acción directa a nivel nacional en defensa del sistema ferroviario.
Por otro lado, fuentes del sector han transmitido a Mundo Gremial, el malestar y la intranquilidad existente en los empleados ferroviarios por la militarización a la que se está sometiendo a la empresa ferroviaria provincial.
Desde la asunción del Coronel Retirado de Caballería, Fernando Dotti, pocos civiles y muchos militares (ninguno con conocimientos ni experiencia en materia ferroviaria) han desembarcado en la empresa para ocupar cargos jerárquicos, pudiéndose ver incluso a algunos de ellos recorrer uniformados dependencias ferroviarias.
A cargo de la Coordinación del Ramal Brandsen – Mar del Plata se designó al Coronel Retirado, Federico Luis Mourglier, quien como primera medida ordenó el retiro inmediato de dos históricos cuadros de Juan Domingo Perón y Eva Perón, que decoraban la estación ferroviaria marplatense.
Últimamente, en el marco de absoluta desinversión, cancelación de la totalidad de los servicios ferroviarios, peligro de pérdida de miles de puestos de trabajo y en una estación a la que hace un año que no arriban trenes, el Coronel Retirado ha implementado un insólito procedimiento para el izado y arriado diario de la bandera nacional que gentilmente (sic) le fue donada por la “Sociedad Militar Seguro de Vida”, emitiendo para ello un comunicado interno que lleva por título “PROCEDIMIENTO OPERATIVO NORMAL NRO. 1 – 2016”.
El protocolo de actuación de cumplimiento obligatorio para todo el personal ferroviario marplatense consta de los siguientes puntos: 1. Situación; 2. Misión; 3. Ejecución y 4. Instrucciones de coordinación, causa escalofríos y lleva, inevitablemente, a recordar los comunicados utilizados durante la dictadura militar.
El “Comunicado Número 1” arranca diciendo que “después de un buen tiempo de no tener bandera, hemos conseguido una donada por la Sociedad Militar Seguro de Vida, la que deberá ser izada diariamente con la salida del sol y arriada, aproximadamente, con la puesta del mismo”.
En el punto 3 del “Comunicado”, Mourglier establece qué deben hacer y cómo deben comportarse los empleados encargados de la bandera.
“Será responsable el Jefe de Estación y el personal de Auxiliares que designe el mismo para el arrío. Dicha actividad deberá ser realizada con el debido respeto y cuidado que requiere esta ceremonia. Se deberá tener especialmente en cuenta requerir el personal necesario para que colabore a efectos de que la misma no toque el piso y no arrastre durante la mencionada actividad”.
“La bandera será guardada en la caja fuerte y quedará en custodia del Jefe de la Estación. El personal que la arríe deberá plegarla debidamente y si se encuentra mojada, se la deberá dejar en un lugar adecuado para que se seque antes de su plegado y guarda.”
Con el subtítulo de “Instrucciones de Coordinación”, el punto 4 del “Comunicado” estipula lo siguiente:
“En caso de rotura o deterioro del mástil, roldana, driza, mosquetones de amarre, etc… se deberá dar de inmediato la novedad al Jefe de Estación, al Superintendente y al Coordinador, quienes tomarán las medidas para su pronta reparación”.
“En caso de ausencia del Jefe de Estación por licencia, francos, enfermedad, etc…, deberá designar a un responsable por escrito para que se haga cargo de esta actividad durante el mencionado período, dejando órdenes precisas”.
“La bandera, como el resto de las instalaciones es responsabilidad de todos los integrantes de Ferrobaires; por lo tanto, cualquiera que detecte una novedad deberá informarla de inmediato para que se solucione a la brevedad”.
Este procedimiento en el marco de la actual situación de la empresa ferroviaria es digno de una escena cinematográfica y hace dudar del estado psicológico del ex Coronel Federico Luis Mourglier.
Al frente del Área de Colaterales y de Intendencia se nombró al también Coronel Retirado, Juan Carlos Bertolini(ex Jefe de Prensa de Balza y Brinzoni).
En el Área de Compras, se encuentran actualmente los militares retirados Armando César Avalos y Raúl Alfonso, este último, hermano del General retirado Eduardo Alfonso imputado por allanamiento ilegal, privación ilegal de la libertad agravada y homicidio agravado durante la última dictadura militar y prófugo desde 2012, detenido en los últimos días y trasladado a un penal de máxima seguridad. Eduardo Alfonso se había escondido en Paraguay bajo la identidad falsa de Walter Ramón Fariña Falcón.
El flamante Jefe de Compras, Raúl Alfonso, trabajó para el Grupo Noble como Agente de Investigación y Seguridad Privada y actualmente dedica parte de su tiempo a hacer inteligencia interna en la empresa ferroviaria provincial, recordando el procedimiento represivo instaurado en la última dictadura militar.
Para sumarle un poco más de preocupación a los trabajadores ferroviarios, en la sensible Área de Seguridad se designó al ex Subcomisario Bonaerense, Daniel Eduardo Álvarez.
Entre los pocos civiles que ingresaron con la nueva Administración se destacan los nombres de Ricardo Burgos, a cargo de Recursos Humanos, cuyo único antecedente laboral conocido es haber trabajado como acomodador de esquíes en el Park Hyatt Resort y Spa en Beaver Creek, Colorado, Estados Unidos; Marcelo Auricchio que trabajó para Telecom durante la década del 90´y actualmente está vacacionando en Punta Cana desde hace un mes; y el Dr. Sebastián Agnese (abogado) que a poco de haber asumido, y en el medio de la crisis que atraviesa la empresa ferroviaria, se fue de vacaciones a Miami.
Si algo faltaba para completar el alarmante cuadro por el que atraviesa Ferrobaires, de la cual depende el servicio de pasajeros a numerosas ciudades y pueblos del interior de la provincia bonaerense en los que el ferrocarril es el único medio de transporte (según se promociona en su página institucional), es que su destino esté en manos de Rodolfo Antonio Kirby, ex socio comercial de José Alfredo Martínez de Hoz, Ministro de Economía de la última dictadura militar, autodenominada Proceso de Reorganización Nacional.
Ralph, como le gusta hacerse llamar, es quien (según aseguran distintas fuentes del sector) maneja en las sombras el destino de la Unidad Ejecutora del Programa Ferroviario Provincial (Ferrobaires) desde la oficina ubicada en la calle Virrey Ceballos 174, piso 1°, of. “B” de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Él fue quien, representando a Ferrobaires, lidera las reuniones con la Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (SOFSE) en la que se trata, sin definiciones a la fecha, el traspaso de la empresa provincial al estado nacional.
El problema no sólo radica en que Ralph no ocupa ningún cargo en Ferrobaires ni en el estado provincial, sino que tiene un polémico pasado.
Ralph no parece ser la mejor opción para la administración de fondos públicos. Ha pasado a ser parte de la historia empresaria argentina como un “Generador de Pasivos de Millones de Dólares”.
Durante su gestión como Gerente e integrante del Directorio de “Química La Estrella” la empresa acumuló un pasivo de nada más ni nada menos que de CIEN MILLONES DE DÓLARES (u$s 100.000.000)
Justamente, de la mano de “Química La Estrella” llegó al Macrismo.
Resulta que Ramón Puerta, ex Presidente de la Nación, ex Gobernador de la Provincia de Misiones y actual embajador en España, era el principal proveedor de “Cruz Malta”, uno de los productos que comercializa la Corporación General de Alimentos cuya controlante era “Química La Estrella”; parece que a medida que creció la relación comercial fue creciendo la relación personal entre ellos, y Ralph no sólo llegó a administrar varios de los campos de Puerta en Misiones, sino que de la mano de éste desembarcó en el Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires.
Fiel a su costumbre de permanecer detrás de bambalinas, fue segundo en el Ministerio de Salud durante la gestión de Jorge Lemus y para muchos entendidos el verdadero “ministro en las sombras”; lugar desde el que manejó a su antojo el presupuesto, las obras y hasta los abogados del sistema de salud porteño, ganándose el apodo de “el cajero de la salud”.
Si algo faltaba para completar el perfil de Ralph, es su predilección por los militares, tal vez por ello compartió durante muchos años el Directorio de “Química La Estrella” con el Ex Ministro de Economía de la última dictadura José Alfredo Martinez de Hoz y fue imputado en la causa de los millonarios empresarios que inexplicablemente sortearon la confiscación de depósitos del corralito del año 2001.
En Ferrobaires rezan porque no decida seguir los consejos de su ex socio, José Alfredo Martinez de Hoz, cuando dijo: “Achicar el estado es agrandar la Nación”. (Mundo Gremial)