15/02/16
Un vagón de tren de 1890 es ya una reliquia familiar
Estaba abandonado en una chacarita. Hace tiempo fue característico en el centro sanrafaelino cuando se usó como local comercial. Hoy está en el patio de una casa.
Aunque sus recorridos cesaron oficialmente, no se sabe dónde pero fue allá por el 1890, un vagón de tren llegó al patio de una casa como reliquia y así es tratado por sus actuales propietarios.
También recorrió parte de la ciudad de San Rafael pero no por vías sino como curioso local comercial de distintos rubros. Tienda de ropas, pizzería, perfumería y hasta una zapatería de alta calidad funcionaron en él mientras estuvo estacionado por más de 20 años en Chile al 156.
Cuentan sus propietarios, Marisa Rojo y su esposo, el arquitecto Livio Battistón, que esa "joya o reliquia" la encontraron en una chacarita en la zona de calle Ballofett.
Dicen que estaba en un rincón, prácticamente abandonada entre hierros y tierra. Livio, amante de la recuperación patrimonial histórica simplemente lo vio e imaginó su restauración. "Sólo él veía eso" dice entre risas Marisa. Al especular sobre su origen se piensa que llegó, quizá, como parte de un lote de algún remate.
"Le faltaba el sistema de rodamiento (trocha angosta) pero lo demás estaba completo. Es un vagón de herramientas. En el en su época útil estaba instalado un pañol, que debieron ser picos, palas, barretas y nada muy especial", dice Livio con un gesto de satisfacción. Estos vagones con pañol de herramientas eran utilizados precisamente para la construcción de las líneas ferroviarias.
El entusiasmo por la posesión del vagón es compartido por Marisa quien detalla todos los pasos para recuperarlo. Lo primero que hicieron fue limpiarlo. Para ello hubo que trasladarlo a un taller de arenado en el distrito Cuadro Nacional. Se le sacaron tres o más capas de pintura hasta llegar a la pinotea, recuerdan. El piso es de quebracho blanco.
"El techo está construido con chapas de zinc puro. Es un techo durísimo. Muy bien hecho".
Una vez finalizada esa primera tarea de recuperación el vagón fue trasladado, con un operativo vial de importancia porque debió ser transportado en un carretón hasta el emplazamiento que lo transformó en una característica de calle Chile, hoy paseo Chile, donde se exhibe una foto de la reliquia y se mantiene el nombre en el negocio de los Rojo-Battistón.
"Cuando dijimos de llevar nuevamente el negocio a la Chile -recuerdan- decidimos que no lo íbamos a dejar otra vez tirado como había estado en la chacarita.
"El vagón va donde vayamos nosotros" y así fue que terminó en el patio, aunque no salió de calle Chile, como si hubiese seguido una recta línea de ferrocarril fue instalado en la misma arteria 20 cuadras más al oeste pero como una joya familiar, en la casa, como parte de ella.
"Tuvimos un negocio de ropas hasta hace un tiempo pero ahora trasladamos todo al centro y lo acondicionaremos nuevamente y veremos qué destino tiene aquí...pero el vagón se queda con nosotros, es parte de nosotros", aseguran con una sonrisa.
Trocha angosta
Nadie sabe a ciencia cierta el origen del vagón. Debe presumirse que provino de alguna de las zonas donde hay o existió el sistema ferroviario de trocha angosta (existieron cuatro tipos de trochas a finales del siglo XIX).
La trocha angosta funcionó, en nuestra provincia, en el trasandino que comunicaba a Mendoza con Santiago de Chile y fue construido entre 1890 y 1910.
El ramal se denominaba A 12. Es problable que este vagón haya prestado servicios en esa época y lugar porque los otros ramales antiguos de esa medida fueron construidos, por ejemplo, el que va a La Polvorilla en Salta conocido como Tren a las nubes y el Ferroindustrial de Río Turbio en Santa Cruz entre otros. (Los Andes)