29/10/15
Un tren hospitalario que atiende a los olvidados, en riesgo de desaparecer
Un descarrilamiento y dos incendios arruinaron el Alma; la ONG detrás del proyecto pide que el Gobierno le ceda vagones para volver al ruedo
El tren hospital de chicos de la Fundación Alma necesita seguir rodando hasta los pueblos sin atención pediátrica estable del norte del país. En agosto pasado, un descarrilamiento de la formación que lo conducía de regreso a Buenos Aires provocó daños irreparables en el sistema de frenos, los enganches y las cañerías. Ya en el taller del Belgrano Cargas, dos incendios terminaron hiriéndolo de muerte.
A pesar de la importancia social y solidaria de este servicio, la fundación sigue a la espera de un reemplazo de los vagones. "Entre los problemas mecánicos producidos por el descarrilamiento y los incendios que dañaron su estructura, el tren Alma, tal como lo conocemos, se ha vuelto un proyecto inviable", afirma la entidad en la carta que dirigió el 30 de septiembre pasado a la Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (OFSE), que depende del Ministerio del Interior y Transporte.
En su informe, el ferrocarril Belgrano Cargas, que además de traccionar mantiene las unidades del tren hospital, indica que no hay repuestos para reparar el daño y garantizar la seguridad del rodamiento. Así lo reportaron en la fundación.
La entidad propone que la OFSE estudie la posibilidad de entregarle en comodato cuatro vagones de pasajeros del Ferrocarril Belgrano Sur, "dado su inminente reemplazo por formaciones nuevas" compradas a China.
"Pedimos más que nunca celeridad en la respuesta. Recibimos llamadas y correos electrónicos que muestran una buena predisposición, pero necesitamos celeridad en la respuesta formal. Los que se perjudican son los pacientes. Cada vez que llega el tren hospital se acercan entre 500 y 800 pacientes. Hay una demanda que necesita ser atendida", dijo Magdalena Pardo, secretaria de la ONG que en sus 35 años realizó 201 viajes y atendió a más de 90.000 chicos. Desde la OFSE indicaron que iban a dar una respuesta al pedido. "De poder ayudar, lo haremos sin duda", señalaron, ayer, a LA NACION.
Un aliado estratégico
El trabajo de la fundación tiene en la red ferroviaria del país un "aliado estratégico", como lo definen sus autoridades. "Estos accidentes -aclaran- no pueden ni deben terminar con una obra de tantos años y esfuerzo que ha sido un ejemplo de complementación entre el accionar del Estado y la sociedad civil."
Los voluntarios que recorren el país a bordo atienden de manera gratuita a los chicos en los pueblos del Norte. También les brindan educación para la salud a los chicos y los adolescentes en situación de riesgo social.
Como no posee locomotora propia, sus tres vagones viajan enganchados a una formación del ferrocarril Belgrano Cargas que los guía por sus vías. En el primer vagón están los dormitorios de los voluntarios, la cocina y la sala de máquinas, mientras que en el segundo están los camarotes de los profesionales, el comedor y los baños. El tercer vagón alberga el hospital, que cuenta con dos consultorios de atención clínica y uno de atención odontológica más un laboratorio de análisis clínicos, una sala de rayos X, una de enfermería y una recepción, en el extremo del vagón, donde atienden trabajadores sociales.
El próximo viaje está previsto para el 6 del mes que viene. El destino es Puesto Viejo, en Jujuy. "Queremos terminar la campaña de este año, y hasta no tener una respuesta formal es una incógnita la del año que viene -dijo Pardo-. Necesitamos que las autoridades tomen conciencia de que existe una demanda de atención y que confíen en que el tren hospital llega todos los años a los destinos que lo necesitan." (La Nación)