10/09/15
¿Tren a las Nubes o turismo de aventura?
Cuando se leen las respuestas y explicaciones que Diego Valdecantos, presidente del directorio del Tren a las Nubes Sociedad del Estado, ofrece en la conversación que mantuvo con un periodista de este matutino (ver edición del martes 8, página 4) sobre la actualidad de la promocionada formación turística, le invade al lector la sensación de estar envuelto en una suerte de fantasía en las que los hechos y las palabras cambian de significado, y quedan al descubierto ciertos usos y costumbres que se practican en el ente.
Veamos. El sábado último uno de los vagones del citado tren descarriló, es decir, se salió del carril. Pero para Valdecantos no se trató de un descarrilamiento, sino de un "descalce", vocablo que para el funcionario tiene menos importancia que un descarrilamiento. ¡Hmm! Descalce, socavar, es excavar por debajo de algo, dejándolo en falso.
¿Cómo hizo el vagón para hacer esa picardía?
El Tren a las Nubes está funcionando con la mitad de sus vagones. Valdecantos explica que eso sucede porque el resto "está en proceso" de reparación.
El colega pregunta si en estos momentos, salir con todos los vagones sería peligroso. Y Valdecantos: "Ningún peligro ". Básicamente, dice, junto con el tren sale la locomotora auxiliar con un tren de carga que va adelante que se "utiliza por si hay que poner en marcha el plan de contingencia (contingente: que puede suceder o no) en su plenitud". No hay peligro, pero por las dudas, ¿verdad?
El periodista vuelve a la carga: ¿El sábado usaron en plenitud ese plan?
Valdecantos: No hizo falta. Los pasajeros estuvieron en todo momento asistidos, aseguró.
¿Los pasajeros se quejaron? Para nada, afirma el funcionario. Todos los pasajeros están muy conformes. "Ese pequeño descalce no afecta la imagen del tren", enfatizó
Y así continúa la entrevista. Un vagón se salió de las vías, pero sólo fue un descalce. Los pasajeros quedaron chochos con el percance.
Sólo fue un descalce. Los pasajeros quedaron chochos con el percance.
Y de postre, un disparate más. ¿Cuál es el precio de los pasajes?
A los salteños les sale solamente $450; a los turistas nacionales, $1.300; y a los extranjeros $1.840. Y Valdecantos lo dijo sin ponerse colorado. (El Tribuno)