04/06/15
El Roca sigue con problemas que los "chinos" no resolverán
Viajar en tren fue un calvario para los usuarios de la línea de los ramales Alejandro Korn, Ezeiza y Claypole. Hubo demoras de más de una hora
Los pasajeros que utilizan los trenes de la línea Roca para trasladarse, hoy comenzaron un buen día de miércoles, se podría decir. Demoras de más de una hora debieron soportar los usuarios de los ramales Alejandro Korn, Ezeiza y Claypole, como consecuencia -según se informó por los altoparlantes- de la indisposición sufrida por un pasajero en la estación Lanús. No es la primera vez, ni será la última, pero lo seguro es que esta clase de problemas no se resolverán mágicamente con las formaciones chinas 0km, que comenzarían a correr a partir del lunes próximo.
Al margen de las incomodidades y la malasangre que esta clase de acontecimientos provocan en los propios usuarios, los mismos desecadenan innumerables perjuicios: en los vagones se escuchó a un docente que no iba a llegar a tiempo para tomar examen a sus alumnos, muchos otros que perderían el presentismo, y miles haciendo llamadas a compañeros de trabajo para que los cubran en sus puestos hasta no saber cuando, ya que las informaciones que daba el personal era de por sí contradictoria y muchas veces disparatada.
En el sitio web, fanpage y twitter de la operadora del servicio, Trenes Argentinos, no hubo mención alguna a esta situación y tampoco se brindaron explicaciones.
Causas y consecuencias
La causa que originó todo este "desastre" fue una indisposición sufrida por un pasajero arriba de la formación, según explicaron los empleados de la ahora empresa estatal. Al margen de que se trata de una contingencia que puede ocurrir en cualquier momento, no deja de sorprender la lentitud en resolverlas.
De acuerdo a testimonios recogidos, los inconvenientes se remontaron pasadas las 7 de la mañana, aunque se podría decir que eran los "habituales" que vienen soportando desde hace algunas semanas, y se agravaron después de las 8, donde miles de personas quedaron varadas en las distintas estaciones.
Desde los parlantes se repetía "servicios eléctricos a plaza Constitución están demorados por pasajero descompuesto en estación Lanús", pero poco se mencionaba sobre cuándo se iba a restablecer el servicio. Las formaciones provenientes de Alejandro Korn y Ezeiza comenzaron a cubrir los espacios, mientras las gente acumulaba bronca.
Luego llegaron las contradicciones que sumían a los pasajeros en un mar de incertidumbre: "tren estacionado en andén número 5 próximo a partir. No realizará paradas en las estaciones Avellaneda e Hipólito Yrigoyen", cuando simultáneamente pasaba un guarda por los vagones aclarando que no pararía en Gerli ni Avellaneda. Después, se anunció que sería el del ánden 3 el que saldría en primera intancia. Los pasajeros subían y bajaban escaleras para alcanzar el convoy que partiría primero. Muchos consideraron una falta de respeto este manejo de la información.
Como es casi una costumbre, los servicios locales se habían cancelado. Los más ágiles e intrépidos pudieron treparse a los pocos "Rápidos a Constitución" del servicio diesel que llegaban "repletos" desde Bosques.
A aquéllos que el inconveniente los sorprendió en las estaciones entre Lomas y Lanús no tuvieron otra opción que esperar u optar por ir a tomar una combi o un colectivo que los lleve a destino. Pero en Lomas también se vivieron momento de zozobra frente a las boleterías, donde los pasajeros fueron a increpar a los trabajadores. En Banfield llegaron a romper algunos cristales. Los inspectores y picaboletos ya habían desaparecido hacía rato.
Los promocionados trenes chinos, sin duda traerán confort al pasajero, quizás reduzcan los tiempos de viaje, pero será necesiario ajustar otras piezas del engranaje para que los cronogramas se cumplan, las demoras sean mínimas y que ante una fatalidad o un problema de salud que sufra un pasajero se actúe con mayor celeridad. (Diario Popular)