24/02/15
Dos obras que esperan concreciones
La información se conoció en forma simultánea: por un lado, desde el Congreso Nacional se informó que el Senado aprobó por unanimidad la construcción del túnel de baja altura “Ferrocarril Trasandino Central” y por el otro, desde el sur provincial se conoció, por parte de funcionarios de Vialidad Nacional, que en marzo o abril del año próximo quedarán terminadas las obras de pavimentación del paso El Pehuenche.
Nos estamos refiriendo a dos obras de gran envergadura que resultarán fundamentales para la provincia. Desde hace varios años se viene diciendo que el túnel de baja altura, complementado con el Ferrocarril Trasandino, significará una solución a los serios problemas que se plantean en la actualidad en razón de que la ruta se encuentra colapsada como consecuencia de la gran cantidad de camiones y de automóviles que se mueven en la ruta internacional. Se trata de una megaobra con un costo de aproximadamente 3.500 millones de dólares que incluye un túnel de 52 kilómetros de largo, con dos estaciones polimodales, una ubicada en Luján y la otra en Los Andes, Chile. Esa situación permitirá mantener el paso abierto los 365 días del año, evitando los bloqueos que, durante semanas, suelen presentarse en la temporada invernal.
La obra constituyó uno de los puntos centrales abordados durante la última reunión entre las presidentas Cristina Fernández y Michelle Bachelet, manteniendo la propuesta inicial que habían planteado en su momento Néstor Kirchner y Ricardo Lagos, en el sentido de que la inversión corra por cuenta de los sectores privados a cambio de determinados años de concesión.
En el caso del paso El Pehuenche, el jefe de la División Obras del IV Distrito de Vialidad Nacional, al hacer referencia a lo afirmado por el ministro de Infraestructura de la Provincia, que había dicho que la pavimentación del tramo argentino se realizará antes de fin de año, destacó que el mayor deseo del organismo es poder terminar la obra “a finales de la próxima temporada, es decir para marzo o abril del año próximo. Destacó que los mayores inconvenientes se plantean por las condiciones climáticas adversas. Es un tramo de sólo 35 kilómetros que deben pavimentarse, en razón de que desde el límite hasta la ciudad chilena de Talca la ruta se encuentra totalmente terminada, aunque las primeras nevadas de este año produjeron algunos inconvenientes en las obras realizadas por el vecino país.
Si nos atenemos a las informaciones “oficiales”, las expectativas resultan favorables, pero resulta también que esas dos obras deberían “competir” en lo que a inversiones se refiere con otra que impulsa San Juan, que es el túnel de Agua Negra, que unirá a la vecina provincia con el puerto de Coquimbo. Sucede que en la misma sesión en que se aprobó el Tren Trasandino, también fue aprobado el proyecto de Agua Negra el que, según afirmaciones de legisladores sanjuaninos “está muy avanzado, implica menores inversiones y facilitará una zona de circulación de bienes, personas y servicios”. Y quizá el mayor inconveniente radica en la capacidad de lobby que ha demostrado el gobernador José Luis Gioja a lo largo de sus varios años de gestión.
Como mendocinos, todos esperamos que tanto el Trasandino como El Pehuenche no se traten de meros anuncios electorales y que los mismos se conviertan en hechos concretos. Porque no es la primera vez que esto ocurre y hasta tenemos el cuero curtido de tantos anuncios incumplidos. Paralelamente, las autoridades provinciales deberán incrementar los esfuerzos ante sus pares nacionales, en razón de que la “competencia” de San Juan es demasiado grande como para dejarse estar. No sugerimos que se deje de lado la obra de Agua Negra pero que sí que se concreten también las anunciadas para Mendoza. (Los Andes)