23/02/15
Con poca vigilancia en los andenes, crecen los arrebatos en el San Martín
Los pasajeros dicen que no se ven efectivos, y desde la empresa aseguran que sumarán gendarmes las 24 horas. Desde que hay vagones con puertas herméticas, los ladrones saltan y roban celulares o carteras a través de las ventanillas.
Son las diez de la noche del miércoles y el tren San Martín comienza a irse de la estación Muñiz. Los pasajeros se acomodan, algunos parados y otros junto a las ventanillas abiertas, ya que hace calor. Sin embargo, algo rompe con la rutina: una persona aparece de imprevisto desde afuera, mete la mano por la ventana y, con absoluta precisión, arranca un celular de las manos de su dueña y sale corriendo. Todo ocurre en un segundo, no da tiempo a reaccionar. Dos policías que están dentro del vagón corren hacia la víctima, pero no pueden hacer mucho más: las puertas están cerradas. El tren sigue su marcha y ya no hay manera de atrapar al ladrón, que saltó el cerco de la estación y desapareció de la vista. Es un caso más de los que se dan frecuentemente en toda la traza del tren.
El robo de carteras, celulares, relojes y cadenitas durante un descuido no es algo nuevo en el sistema de transporte. Sin embargo, este tipo de delito ha mutado luego del recambio de coches en la línea San Martín. Antes, los ladrones arrebataban un objeto y se tiraban del tren en movimiento cuando iba a poca velocidad, pero ahora las puertas cierran herméticamente en cuanto arranca.
Desde Corredores Ferroviaros, la empresa que gestiona la línea que antes coordinaba UGOFE, sostienen que están tomando medidas ante el aumento de casos. "A través del alerta de nuestro personal de seguridad y las evaluacionea cotidianas que hacemos, hemos notificado ésta situación y estamos tomando acciones para mejorarla. Se ha coordinado con la dependencia de Seguridad la disposición, de forma fija, de cinco efectivos de Gendarmería Nacional, en todas las estaciones de la traza, las 24 horas", explicaron. No obstante, los usuarios consultados dicen ver que el personal patrulla las estaciones en grupos de tres o cuatro efectivos, todos juntos, dejando zonas desprotegidas.
"A veces vemos gente que está hablando por teléfono o jugando y les pedimos que lo hagan lejos de las ventanillas. Marcan a la gente cuando el tren para y en cuanto cierra la puerta, dan el salto", explica un policía que realiza operativos de seguridad en el tren. Por otro lado, desde Corredores Ferroviaros informaron que desde hace algunos meses realizan encuestas a los pasajeros y uno de los temas consultados es si suelen ver personal de seguridad en trenes y andenes. "En diciembre un 78 % dijo que sí y en enero la cifra ascendió a 81 %", señalaron.
En mayo del año pasado, dos semanas después de la renovación de los trenes, los guardas hicieron un paro luego de que uno de sus compañeros sufriera una paliza por parte de dos ladrones al querer evitar un robo. Por esos días, la mayoría de los casos se daban en los vagones, pero ahora el problema se trasladó a los andenes. (Clarín)