09/02/15
Arroyo Seco se convirtió en un dolor de cabeza para la obra del tren Retiro – Rosario
La Justicia federal y Gendarmería Nacional tuvieron que intervenir para garantizar los trabajos, que culminan en una semana, por el conflicto en dos barrios que se levantan allí. Las viejas vías están pegadas a los barrios (izuierda). Por eso se construyó además del segundo ramal, otro más alejado de las casas (derecha).
El conflicto sucitado en dos barrios de Arroyo Seco que se levantan a la vera de las vías donde circulará el tren Retiro-Rosario se convirtió en un verdadero dolor de cabeza para la concreción de la futura traza, al punto que las autoridades nacionales acudieron a la Justicia para garantizar la continuidad de los trabajos, y hasta se destinaron móviles de Gendarmería a fin de evitar piquetes que demoren la obra.
Ocurre que Arroyo Seco representa un obstáculo al paso del futuro ramal, anunciado para el 1º de marzo próximo, con la radicación ilegal de unas 300 familias distribuidas en los barrios San Francisco y Virgen del Luján, ambos asentados ilegalmente sobre terrenos municipales y del ferrocarril, a sólo a 1,5 metro de las vías. La reubicación de estos vecinos es un tema irresuelto, pese a que el municipio ya consiguió el terreno para viviendas, que serían construidas en el marco del plan Techo Digno.
Con el inicio de las obras, en esos barrios comenzaron a correr distintas versiones sobre cómo el paso del futuro tren los afectaría negativamente. A la duda de si tendrán o no un lugar donde trasladarse, se sumó el rumor de que el NCA levantaría la vieja vía que es parte de su existencia y actividades, aunque también se dijo que no serían retiradas y que el convoy pasaría por allí a 130 kilómetros por hora, casi rozándolos. Además, se habló de la construcción de una muralla de dos metros de alto en el escaso espacio entre el viejo ramal y las casas, anulando prácticamente la circulación peatonal y vehicular.
Piquete. Los ánimos se caldearon el martes pasado, cuando "no sé qué pasó ni quién encendió la mecha, pero ellos (los vecinos) empezaron a prender fuego y cortar el paso del tren, pese era otra la idea: llevarnos a recorrer los barrios con algunos ediles, para mostrarnos algunos daños que habría provocado el paso de maquinaria pesada. Extraoficialmente trascendió que fueron alentados por algún concejal", relató el intendente Darío Gres. Y remarcó: "Personalmente hablé con los ellos y les pedí que levanten el corte, tal como lo hicieron. De todas maneras, hoy se vive en una tensa calma", advirtió.
El piquete paralizó los trabajos en el tercer ramal que se construye paralelamente a otro nuevo ya terminado, por lo que el NCA radicó una denuncia que ayer ingresó al fuero federal. Así, se designó la custodia de Gendarmería Nacional que no tuvo necesidad de intervenir porque cuando se apostó en el lugar, el miércoles a las 6, la protesta ya se había disipado.
Ariel Franetovich, presidente de Trenes Argentinos Infraestructura Ferroviaria dependiente del Ministerio del Interior y Transporte, opina que fue Gres y algunos ediles quienes instigaron el piquete del martes. "No puedo entender que un intendente con un par de concejales estén o hayan intentado decir a la gente que hay que parar la obra, es absurdo. El lunes vamos a ampliar la denuncia para que se analice la actitud de estos funcionarios y como una manera de mantener la custodia de Gendarmería en el lugar, para prevenir nuevos cortes durante la próxima semana, cuando ya concluyan los trabajos".
Despejando dudas. En diálogo con La Capital, el funcionario aclaró que "no se va a levantar ninguna vía, como se dice. Para evitar el riesgo de que el tren pase pegado a un asentamiento en terrenos en su mayoría usurpados, hemos hecho una tercera. Entonces no va a pasar por la vieja sino por ésta, más alejada. Tampoco vamos a levantar la existente sino que sobre ésta se va a asentar un muro de seguridad con bloques de concreto de 1,20 metro de alto". En este sentido, agregó que, una vez que los vecinos sean reubicados, "se va a retirar ese muro y se rehabilitará este tercer ramal, que siempre es conveniente tenerlo".
Franetovich desestimó los supuestos daños en las viviendas que habría provocado el tránsito de maquinarias pesadas, al comparar que una de éstas "pesa lo mismo que uno de los diez vagones que llevan los trenes de carga que pasan por ese lugar". De todas maneras, "de comprobarse que se produjo algún perjuicio, nos vamos a encargar de que se repare". (La Capital Rosario / Santa Fe)