29/08/14
Por el default, se frenaría la financiación para el soterramiento de la línea Sarmiento
La pelea con los fondos buitre, la entrada en “default” y la creciente incertidumbre que afecta a la economía, han provocado una nueva demora en el anunciado proyecto de soterramiento de los trenes de la línea Sarmiento.
Tras la virtual “declaración de guerra” al juez norteamericano Thomas Griesa por el fallo a favor de los fondos buitres, y la nueva estrategia de pago y tratamiento de la deuda externa que impulsa la administración kirchnerista en el Congreso, el banco brasileño BNDES habría frenado por unos meses los desembolsos iniciales del crédito por US$ 1.500 millones que estaban previstos para el arranque de las obras del soterramiento.
El préstamo en juego había sido acordado a principios este año por el Banco Nacional de Desarrollo Económico Social (BNDES) de Brasil y tenía agendado para mediados de agosto el giro de la primera partida de fondos destinada al inicio de los trabajos de excavación del túnel ferroviario.
La decisión de los funcionarios brasileños de poner en el freezer la asistencia financiera prevista para Argentina hasta que se aclare el panorama económico, no afectó sólo a la megaobra del soterramiento. También cayeron en la misma bolsa otros dos emprendimientos que estaban preacordados para las provincias de La Pampa y Córdoba.
En el caso pampeano, se trata de la segunda etapa del acueducto del Río Colorado. La obra –que se había anunciado en 2006– fue adjudicada en 2012 al consorcio que integran la brasileña OAS y la empresa local Supercemento. Dividida en tres tramos que van desde Santa Rosa hasta General Pico, la obra contaba con una línea de crédito de casi US$ 40 millones que ahora quedó congelada.
En tanto, el caso de Córdoba el proyecto paralizado prevé el tendido de una red de gasoductos troncales en el interior de la provincia. El monto de la inversión asciende a casi US$ 260 millones que el BNDES se había comprometido a financiar para que el consorcio liderado por la constructora brasileña Andrade Gutierréz lleve adelante las obras.
En lo que respecta al soterramiento, además de las dudas macroeconómicas que vienen generando las medidas del ministro Axel Kicillof, también habría incidido en la decisión del BNDES de estirar los plazos de acreditación de los fondos la falta de cumplimiento de la contraparte que debe aportar el Gobierno argentino.
Según la letra chica del acuerdo suscripto en los primeros meses de 2014, el ministerio de Economía tenía que autorizar el desembolso al BNDES de $ 700 millones en concepto de comisiones bancarias, gastos operativos, seguros y anticipo de intereses para poder disponer del crédito. Hasta ahora, ese pago anticipado no se concretó y ningún funcionario se anima a estimar cuando podría concretarse ese giro.
De todos los proyectos de infraestructura lanzados por la administración kirchnerista, el soterramiento de la línea Sarmiento es uno de los más emblemáticos, el que más veces fue anunciado públicamente y el que acumula la mayor cantidad de contratiempos y modificaciones.
Tras haber sido adjudicado en 2008, el proyecto se paralizó por la falta de financiación hasta el año pasado cuando apareció en escena el BNDES. El crédito que ahora está demorado es para cubrir las obras de la primera etapa y asciende a US$ 1.500 millones. La tasa de interés anual se ubicará en torno del 8% anual y el plazo para el repago será de 10 años con un período de gracia de 48 meses.
Como todas las operaciones que el BNDES concreta fuera de su país, la asistencia financiera estuvo condicionada al otorgamiento de beneficios a una empresa brasileña. En este caso, la moneda de cambio fue la modificación societaria del consorcio adjudicatario de la obra.
Tras haber sido liderado desde el inicio de la licitación por Iecsa –la constructora local que Franco Macri le transfirió hace unos años a su sobrino Angelo Calcaterra–; el Consorcio Nuevo Sarmiento (CNS) quedó bajo la batuta del grupo brasileño Odebrecht que de ahora en adelante será el principal proveedor de los equipamientos y materiales del proyecto.