08/07/14
Incidentes y heridos en una protesta ferroviaria
La policía reprimió un corte de empleados de firmas ligadas a Cirigliano en la General Paz; denuncian vaciamiento
En otro capítulo de un largo conflicto laboral, empleados ferroviarios intentaron cortar la avenida General Paz y fueron desalojados con balas de goma y gases lacrimógenos por efectivos policiales en un operativo con fuerte despliegue.
Ayer, un grupo de unos 50 trabajadores protagonizó una mañana de pura tensión. A las seis montaron un piquete total, con quema de gomas, que por orden del secretario de Seguridad, Sergio Berni, fue rápidamente desactivado. Hubo un primer enfrentamiento en las inmediaciones de la estación de trenes de Miguelete de la línea Mitre, partido de San Martín, que terminó con el avance de carros hidrantes que disparaban líneas de agua y la resistencia a piedrazos de los ferroviarios.
Más tarde, alrededor de las 10, una nueva protesta fue neutralizada, cuando los mismos obreros exigieron la liberación de un compañero detenido y trasladado a la comisaría 53.
El reclamo salarial y la denuncia por supuesto vaciamiento incluyeron al personal de dos firmas vinculadas al Grupo Cirigliano, cuyos directivos están siendo juzgados por la tragedia de Once: Emprendimientos Ferroviarios (Emfer), dedicada a la fabricación y reparación de vagones, y Tecnología Avanzada de Transporte (Tatsa), enfocada en carrocerías de ómnibus y camiones.
Desde hace meses, los trabajadores están movilizados porque temen la pérdida de puestos de trabajo e insisten en subrayar irregularidades en las condiciones laborales. Ese litigio sin resolución deriva en cortes frecuentes y reacciones por el caos de vehículos que generan en horarios picos de ingreso a la Capital.
Ayer, Berni sobrevoló la zona y supervisó el operativo, algo que ya hizo en otras oportunidades. En mayo, por caso, descendió furioso de la aeronave, en pleno bloqueo, y acusó a la justicia contravencional de "estar siempre del lado de los piqueteros" al endilgarles demoras en habilitar la orden de desalojo.
Los trabajadores, además, advierten que Emfer está por cambiar de manos -en teoría, a inversores chinos- y les preocupa que eso implique una reducción de la plantilla. El entrevero es seguido desde la Casa Rosada y, de hecho, ya hubo un encuentro de los representantes gremiales con el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada.
Batalla campal
"Fue una represión salvaje. Nos cagaron a palazos y balazos de goma", dijo el delegado de Emfer, Ángel Serrano. "Parecía que nos iban a matar", dijo a LA NACION Rafael Artiges, también delegado, que tenía la frente ensangrentada por un golpe que recibió durante la represión. Según su registro, hubo al menos diez heridos. En tanto, fuentes policiales también contabilizaron agentes con "politraumatismos leves".
En el lugar de los incidentes, la dirigente de izquierda Vilma Ripoll cuestionó al Gobierno. "¿Así responden a los trabajadores? Todas las semanas cae una fábrica más. Ésta es una fábrica que podría nacionalizarse, podrían hacerse acá los trenes. ¿Qué piensan hacer con los trenes chinos que compraron? ¿Dónde los van a arreglar?", sostuvo.
Según la referente del MST, el propio Claudio Cirigliano estaba en el momento de la represión y, de hecho, salió de la planta "custodiado". "¿Qué hace acá si hacía tanto que no ponía la cara?", completó Ripoll. Hace meses que trascendió la supuesta voluntad del polémico empresario de vender la compañía, luego de que le quitaran la concesión del Sarmiento.
Ahora, se aguarda la intervención del Ministerio de Trabajo, que aún no pudo encarrilar un enfrentamiento con arrastre.
Un conflicto que recrudece
Otra vez, empresas relacionadas con el Grupo Cirigliano están en el ojo de la tormenta. Empleados de Emfer y Tatsa temen un "vaciamiento" e intensifican las protestas.
La Casa Rosada mantuvo un nexo cercano con los directivos hasta que se distanció, sobre todo después del accidente de trenes de Once, que dejó 51 muertos.. (La Nación)