19/06/14
Socolovksy apoyó el regreso del tren de pasajeros
El profesor universitario Alejandro Socolovsky adhirió a la postura de encarar una recuperación modesta del servicio de trenes de pasajeros con una frecuencia mínima de un viaje semanal. Recordó que gran parte de la población creyó el discurso dominante de que a nivel mundial el tren iba camino a la desaparición y no reaccionó a tiempo para evitar el desguace que sufrió el servicio.
En una entrevista que mantuvo con Radio Noticias, Socolovsky habló sobre la historia reciente del ferrocarril y el escenario actual del servicio, repotenciado tras la llegada de un tren a Santa Rosa el 31 de mayo. "Parece que el tren se ha puesto en movimiento y hay muchos que vienen corriendo por el andén para subirse aunque sea al último estribo", sostuvo el profesor, entre irónico y risueño, al señalar que ahora son muchas las personas que se muestran interesadas en la recuperación del ferrocarril. "Esto es ampliamente positivo", reflexionó.
Socolovsky recordó que, a contramano de una tendencia general, hubo personas que trataron de evitar que sucediera lo que finalmente sucedió. En el primer lugar de esa lista puso a "los trabajadores ferroviarios y a todos los que entonces integraban la familia ferroviaria". El mismo participó de movilizaciones y asambleas que a contramano de la tendencia general peleaban para evitar que el ferrocarril siguiera su cuesta abajo y que, por lo menos, se mantuviera en el estado en que se encontraba en ese momento. Entre otras, recordó las asambleas en Toay, en Catriló y una más concurrida en Pehuajó, donde hubo presencia de muchas localidades, ramales y sectores sociales.
En contrapartida, la mayoría de la sociedad sintonizó la frecuencia que bajaba desde el gobierno nacional y los medios dominantes y se apropió de la idea de que el ferrocarril había agotado su tiempo. "Muchos se dejaron ganar por la idea de que 'el tren ya no va más y ya no se puede ni siquiera recuperarlo'", señaló. "Fue una idea que se metió mucho en la gente, a partir de la década del '60, que es cuando se empieza a ampliar todo el sistema automotor, tanto de pasajeros como de carga en el país".
Batalla cultural
En esos años el Banco Mundial había acuñado una teoría -que terminó aplicándose- que promovía "la desarticulación y el desmantelamiento de la red ferroviaria en beneficio de un sistema automotor", una opción que en nuestro país significó la consolidación de una opción a costa de la "destrucción casi total de la otra", recordó Socolovsky.
"El problema es, como siempre, una batalla cultural, un problema cultural. Se metió en la cultura de la gente que en el mundo el ferrocarril se había terminado. Mientras tanto en Europa se cambiaba totalmente todo el sistema ferroviario y la mayor parte de la red, en especial los tramos troncales, se convertían a sistemas electrificados", contrastó.
En Argentina, desde los divulgadores de las posiciones dominantes se decía una y otra vez que el ferrocarril era vetusto, que ya no era su tiempo y que significaba una pérdida de 1 millón de dólares por día. "Y que ya no se podía mejorar y que había que tirarlo a la basura", abundó Socolovksy. A nivel local, las crónicas que daban cuenta de los extensos retrasos que tenían la mayoría de los viajes abonaban esa sensación.
Modesto
Socolovsky saludó la decisión del actual gobierno nacional de promover e invertir en la recuperación del tren de pasajeros y consideró que la Tragedia de Once fue un hecho que marcó un punto de inflexión. "Colmó toda la paciencia y apuró decisiones e inversiones, porque está claro que los concesionarios no tienen ninguna intención en hacer inversiones. Incluso se sospecha y se está investigando el desvío de subsidios a otros destinos".
"Aunque sea un vez por semana, pero que empiece a circular. Que un modesto tren empiece a andar, y que la gente sabe que sale y que llega", se esperanzó el profesor. "Después se empieza a hacer el resto de las inversiones", acotó. (La Arena)