18/06/14
"Deberían viajar más seguido en el tren"
Carta de lectores
El ingeniero Jacobacci alguna vez habrá descansado tranquilo en su tumba, ahora no lo creo. Ya tendría que haber decidido el gobernador Weretilneck qué hacer con la dirección del Tren Patagónico.
Ha estado trayendo gente desde Cipolletti sin ton ni son. Un ejemplo de ello es el actual presidente del Tren Patagónico, José Maljasian... será de su confianza, pero no de la de los pasajeros de nuestro tren, porque al menos del trabajo específico de ferroviario (de cualquier rama) ha demostrado no saber nada.
El 9 del corriente aproximadamente a las 3:25, la formación que iba de Bariloche hacia Viedma descarriló a unos cinco kilómetros de Ramos Mexía. Podría haber sido un accidente de mayores proporciones; no obstante, más de 170 pasajeros quedaron en la estepa hasta que fueron recogidos por ómnibus contratado al efecto y una pasajera fue internada en Sierra Colorada.
El presidente de la empresa salió a decir que por las bajas temperaturas y la humedad se había quebrado un riel que finalmente causó el accidente. Ningún ferroviario hubiera sacado tales conclusiones. He tenido la dicha de trabajar en La Trochita, en Esquel, en los años 59, 60 y 61 con hasta 24 grados bajo cero y jamás se rompió un riel por el frío ni por la humedad.
Weretilneck tendría que poner a ese presidente de conductor de la zorra a motor de una cuadrilla de vías y obras para que aprenda algo al respecto y darle la 4x4 de la presidencia al inspector de vías y obras que tiene una vieja camioneta modelo 68 ó 70 para andar en las emergencias de acá para allá como tábano sin cabeza, el pobre.
De conversaciones mantenidas con ferroviarios en funciones he podido rescatar –a la distancia– algunas versiones de que el tren accidentado en su viaje de ida de Viedma a Bariloche a su paso por el lugar del accidente habría sufrido un "golpe" que fue notado por el maquinista. Ignoro si el evento ocurrió o no y, en tal caso, si el maquinista lo informó a su paso por Sierra Colorada o no.
Antiguamente ése era el procedimiento: luego el jefe de estación avisaba al capataz de cuadrilla para que comprobara el "golpe" y lo reparara. Se hacían las cosas conforme a normas establecidas.
Hasta hoy ha pasado mucha agua debajo de los puentes y, salvo algunas excepciones, no hay profesionales en las tareas de control y debemos agradecer al destino que no hayan ocurrido accidentes más graves. El gobernador o el presidente Maljasian deberían viajar seguido en nuestro tren –todo el recorrido–; seguramente escucharían los reclamos de los trabajadores del riel.
No se puede jugar con la vida de la gente que confía –no todos– en que el tren es uno de los más seguros medios de transporte –aquí alguna vez lo fue– mientras que los que trabajan en el ramal sufren por la falta de elementos primordiales para mantener las vías en servicio.
Desafío a Weretilneck para que trate de ordenar que todos los empleados públicos y legisladores, especialmente los que tengan domicilio en los pueblos de la línea, viajen obligatoriamente en el Tren Patagónico por sus razones de servicio –antes del tren lo hacían a caballo–. Veríamos qué rápidamente se clausura la línea o se repara segura y convenientemente... sería justicia.
Juan Carlos Malgesini
DNI 4.673.429 Puerto del Este (Río Negro)