20/05/14

 

La llama del Tren aun esta viva

 

La repercusión que tuvo la novena travesía ferroviaria y solidaria dejó más que satisfechos al grupo de Ferroviarios Bahienses que recorrieron en zorra parte del sur provincial para pedir "el regreso del tren a los pueblos". "uno ve que la gente espera al ferrocarril con el alma", asegura Iván Juárez, uno de los mentores de la cruzada del riel

"Esta travesía fue distinta a todas. Más emotiva, y por momentos conmocionante. Y a uno lo hace pensar mucho... ¿'Qué pasa, cómo se puede generar todo esto? Son dos simples zorras que lo único que hacen es ruido y echar humo', me sigo diciendo".
Iván Juárez todavía no sale de su asombro por lo que vivió en los 11 días que duró la Novena Travesía Ferroviaria y Solidaria "Volver a la Estación", organizada por la entidad sin fines de lucro Los Amigos de las Zorras de Vía con el objetivo de concientizar sobre los beneficios del tren como medio de transporte y su importancia para conectar las localidades del interior, muchas condenadas a la desaparición desde que no se usan más las vías.
El nuevo recorrido en zorra finalizó el jueves 8 de este mes, a las 13.15, cuando el contingente llegó a la estación de Quequén y así completaron 729 kilómetros tras haber partido desde Bahía Blanca. Iván se tomó unos días para poder contar la nueva experiencia. Un poco para descansar, "porque el clima fue muy poco amigable -las zorras ni siquiera tienen parabrisas- y uno ya tiene 52 años...", aclara el bahiense, que justamente cumplió años cuando las zorras pasaron por Tres Arroyos, el martes 29 de abril (ver El paso por...); y otro tanto para intentar interpretar lo que había vivido en gran parte de las 40 estaciones por donde habían pasado.
No hay caso, podrán transcurrir semanas, meses, años, pero este maquinista de Ferrosur nunca logrará explicar las causas que llevaron a que hasta un pueblo entero -como el caso de San Agustín, partido de Balcarce- los haya esperado para agasajarlos. "El balance de esta travesía tiene un montón de aristas. La verdad es que fue diferente al resto. Hubo mucha más gente en los andenes, en muchos lugares nos esperaron de noche, lloviendo y con frío, y en otros hubo gente mayor que nos recibió llorando", explica Juárez.
"Me llamó la atención ver la gente mayor llorando. Nos pasó en Cascallares, en Tres Arroyos, en Vela y en San Agustín. Ahí, un viejo ferroviario de 92 años vino a traernos una bandera argentina para que la lleváramos en la zorra.  Algo parecido nos pasó en Tres Arroyos. Y esas cosas te conmueven", confiesa. "Entonces, uno dice: 'el ferrocarril está vivo, la llama está viva'".
Intentando ensayar una respuesta a la repercusión que tuvo el paso de las dos zorras, que en esta oportunidad contaron con ocho tripulantes y seis personas de apoyo que los seguían en una camioneta, el bahiense comenta: "Puede ser que se haya juntado la añoranza del ferrocarril con las ganas de apoyar para que vuelva. En cada estación palpamos la historia del ferrocarril, con sus ancianos y sus ex ferroviarios esperándonos, y las ganas de que vuelva a pasar con la presencia de gente joven y chicos", agrega.
Esa mezcla de pasado y futuro también se vivió arriba de las zorras, porque uno de los tripulantes fue el ex basquetbolista Ariel Scooby Scolari, nieto de un trabajador ferroviario de Bahía Blanca y que quiso dar apoyo con su presencia a la cruzada del riel. También integró la delegación Walter Abarca, diputado provincial por Saladillo del FpV y ex secretario privado de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández, quien quiso vivir desde adentro lo que significa el tren para el interior.

Llegadas


Iván recuerda con precisión quirúrgica cada recibimiento en parajes, pueblos y ciudades y la emoción todavía lo invade. En un apretado resumen cuenta que "en Los Pinos nos cantaron el himno; en San Agustín nos fueron a buscar todos, pero todos eh...; en Balcarce, de noche y con frío, la gente nos esperó igual con un lindo agasajo; en Ayacucho la municipalidad junto al 'Vasco' Zabaleta, un fanático del ferrocarril, nos esperaron en zorra y nos agasajaron con un asado inolvidable; en Cascallares el delegado y el club nos organizaron una gran cena; en Vela comimos un asadazo y dormimos en el cuartel de bomberos...".
Tras vivir semejantes demostraciones de afecto, Juárez entiende que "hay que seguir haciendo esfuerzos para que el tren vuelva", aunque también tiene muy claro que el grupo de las zorras mucho más que andar por las vías olvidadas no puede hacer. "Ahora tienen que tomar cartas en el asunto los que realmente tienen que poner el gancho para decir 'le tenemos que devolver a la Argentina lo que en su momento le quitamos'", asegura.
Porque la travesía también tiene un lado B: luego de la emoción inicial de ver a la zorras llegar a la estación, en cada parada los ferroviarios escucharon los mismos reclamos y lamentos. "Los pueblos quedan aislados cuando llueve, porque no todos tienen una 4 x 4 para salir por los caminos de tierra, y las combis no pasan a buscar a los chicos para ir a la escuela... Entonces el tren solucionaría todas esas cosas que hoy provoca la naturaleza y que no se resuelven con los vehículos. Es duro escuchar eso, porque se sienten aislados, olvidados. Por eso la gente se enloquece con el tren, lo ama y lo quiere otra vez".
Como parte de la travesía, los ferroviarios entregaron útiles y banderas argentinas en 40 escuelas rurales, y brindaron charlas de seguridad vial, mientras que una pediatra que integró la comitiva de apoyo, habló sobre primeros auxilios.

Don Quijote


Así como se emociona al volver a comprobar que "el espíritu ferroviario está en todos lados", y asegura que "en el lugar que vos menos pensás, en el pueblo más chiquito, está intacto el amor por el tren, a Iván también le duele hasta los huesos "todo lo que se ha perdido por haber dejado abandonado el ferrocarril".
Y eso le genera ansiedad e impotencia, "porque uno ve que la gente lo espera con el alma", pero es consciente de que "es salir a luchar contra los molinos de viento". Aunque es tan fuerte y gratificante lo que se vive arriba de las zorras, que el maquinista asegura: "En ciertos momentos realmente vos querés pegarle con la lanza al molino de viento y derribarlo, porque no puede ser lo que está ocurriendo. Alguien tiene que tomar decisiones, porque la llama del tren todavía está viva". (La Voz del Pueblo)


 

 

 


Última actualización Martes 20-May-2014 ---- info@puntaderieles.com.ar / info_punta_de_rieles@yahoo.com.ar