16/04/14
El dueño de TBA dijo que el tren frenaba y le apuntó al motorman
Sergio Cirigliano también criticó al juez Bonadio y acusó al Estado de dejar de invertir.
Sergio Claudio Cirigliano, el dueño de la concesionaria TBA, no había hablado en público desde la tragedia de Once. Ayer tuvo que declarar en el marco del juicio en el cual es uno de los 29 acusados, y después de tanto silencio no se guardó nada: apuntó contra el maquinista Marcos Córdoba, contra el juez Claudio Bonadio y hasta contra el propio Estado.
Su primer blanco fue Bonadio, el juez que dirigió la investigación por la cual el empresario terminó procesado. Entre otras cosas, lo acusó de haberlo imputado en la causa paralela por la demora en encontrar el cuerpo de Lucas Menghini Rey, una de las víctimas fatales, que fue encontrado dos días después del choque en Once atrapado entre los restos del tren: “No se puede suspender la búsqueda diez horas después del accidente. No escuchar a los especialistas, como los bomberos o el SAME, fue una falta de sentido común”.
Luego les habló por primera vez a las víctimas, que levantaban carteles pidiendo justicia. “En estos dos años no me dirigí a ellos por respeto y porque es difícil encontrar las palabras exactas que reflejen el sufrimiento. Les aseguro que TBA puso todo para asistir a las víctimas. Que Dios nos ayude para encontrar la resignación y poder seguir adelante con nuestras vidas, todos”.
Después, Cirigliano cargó contra el maquinista. “La verdad se sabe y se supo inmediatamente después del accidente, pero no se le quiso dar trascendencia. Los trenes, viejos o nuevos, están concebidos primero para frenar y después para traccionar. Si los frenos no están cargados el tren no puede traccionar. Las pericias demostraron que los frenos andaban. Estoy seguro de que Córdoba no estaba borracho o drogado, y descarto intencionalidad, pero algo le pasó en los últimos 300 metros antes de entrar al andén. Cuando desconectó el freno de hombre muerto ya estaba en una situación de confusión, porque desconectarlo es como que usted le saque el pedal de freno a un auto y después diga que no puede frenar”.
Por último, Cirigliano intentó también despegarse de la acusación por la supuesta malversación de los subsidios y la falta de inversión. “La empresa invirtió 670 millones de dólares, de acuerdo al plan. Luego vino la crisis y fue el Estado el que frenó todos los planes de inversión, no las empresas. Pero siempre se tuvo a la seguridad como prioridad“, argumentó. (Clarín)