10/03/14
Más trenes en el Sarmiento, más problemas en el tránsito
La situación del transporte es tan delicada que las ansiadas soluciones también generan inconvenientes. Es el caso de la incorporación de nuevos trenes para la flota del ferrocarril Sarmiento, que el gobierno nacional prevé estrenar a fin de año. Consultados por LA NACION, especialistas, vecinos y gremialistas recordaron que, por falta de planeación, el aumento de frecuencias en la red afectará de manera negativa al tránsito vehicular, puesto que las barreras permanecerán bajas más tiempo al haber más formaciones en el circuito. Y como no hubo mejoras estructurales, como pasos bajo nivel o puentes que sorteen la extensa traza que corre paralela a la avenida Rivadavia, los problemas en el tránsito ya son algo más que una amenaza.
Este mal secundario representa un coletazo de un cambio necesario que traerá numerosos beneficios para los usuarios del Sarmiento. Cabe recordar que, en los tiempos del accidente del 22 de febrero de 2012 en la estación de Once -donde murieron 51 personas-, en las horas pico las barreras del Sarmiento llegaban a permanecer alzadas 20 minutos por hora en los tramos de Flores, Caballito y Liniers. Entonces, funcionaban unas 18 formaciones por día. Los accidentes se multiplicaban por las fallas en las señales y por el escaso acatamiento a la prohibición de cruzar las vías, algo que todavía hoy ocurre.
Para mitigar aquella falencia se propusieron iniciativas que hasta la fecha siguen sin concretarse. Una consiste en soterrar el Sarmiento, obra que hoy se encuentra sin financiamiento. La otra es la construcción de dos puentes para sortear la red ferroviaria, un compromiso de la Ciudad.
En la actualidad, el Sarmiento funciona con sólo 12 formaciones que despachan, en promedio, 215 trenes por día. Las barreras permanecen bajas entre 15 y 25 minutos por hora en las franjas centrales de mayor tránsito, de 8 a 10 y de 18 a 20. Con 24 trenes en circulación -el doble prometido- podrían despacharse más de 400 trenes por día.
¿Qué pasará, entonces, cuando se duplique la frecuencia? Para Roberto Agosta, especialista en transporte y decano de la Facultad de Ingeniería de la UCA, la iniciativa "positiva" de sumar nuevos trenes que les permitirán viajar mejor a unos 200.000 usuarios por día, tendrá su efecto colateral negativo en el tránsito por "falta de previsión".
"Con la incorporación de mayor cantidad de trenes a un circuito es lógico que las barreras estén bajas durante más tiempo. Éste es un problema que no sorprende, ya que también ocurrió después de algunas mejoras que se hicieron en el subte. Por ejemplo, cuando se agregaron estaciones en la línea B no fue posible sumar más trenes, y por eso las formaciones viajan llenas de pasajeros. Allí la mejora no se acompañó de previsión. En el Sarmiento ocurre lo mismo: se actúa ante la emergencia, pero no se preven algunas consecuencias", dijo Agosta. Y agregó: "Alguna vez en la Argentina se planificarán las obras a largo plazo, y ahí se advertirán las diferencias con lo que tenemos". (La Nación)