17/12/13

 

Blanquean las demoras: debe pasar un tren cada 15 minutos

 

El Gobierno anunció ayer el nuevo cronograma horario. Con sólo 12 formaciones en condiciones se estiran los tiempos de espera que hasta el viernes eran de 11 minutos. Y no vuelve el servicio nocturno.

Menos viajes durante el día y ninguno de noche. Cuando el calendario marca que faltan apenas dos meses para el segundo aniversario de la tragedia que dejó 51 muertos y 700 heridos en la cabecera de Once, y cuando, además, empieza la cuenta regresiva para el primer juicio de esa causa, el Gobierno Nacional, que estatizó el ramal después del segundo choque de un tren contra el andén 2, blanqueó ayer más demoras en esa línea. Y que por ahora no volverán las salidas nocturnas.

La novedad apareció ayer en la página web del Ministerio de Transporte, el área que encabeza Florencio Randazzo, el ministro que anunció una “revolución” que los usuarios del Sarmiento aún esperan. Y la misma que coordina la nueva administración (SOFSE) después del paso de la UGOMS, un ente mixto con capitales estatales y privados que fracasó en la mejora del servicio y fue reemplazado después de Once 2, la tragedia del tren que se estrelló y quedó incrustrado a metros de los molinetes en octubre pasado. Pero lejos de lo prometido, el nuevo cronograma establece trenes cada quince minutos en todos los ramales. De lunes a sábados hábiles habrá esa demora entre cada formación, cuando hasta ahora había uno cada 11 si el servicio funcionaba bien: de Once el primero sale 5.04 y el último 22.08. Y los domingos y feriados ahora hay un tren cada 20 minutos y el último sale a las 21.58.

El cambio ya se ve en algunas estaciones. “En Haedo ya está el nuevo horario mural con los servicios del ramal”, contó Daniel Flores, el administrador de “Un sarmientista”, la página que nuclea a usuarios y una de las que impulsan denuncias por la falta de seguridad y el mal estado del ramal. El miércoles harán una nueva protesta: de 9 a 20 van a estar en el hall de Once para juntar firmas. Entre otras quejas, desde esas agrupaciones advierten sobre el quite de vagones. “ Hace dos años había 25 formaciones que permitían una frecuencia de ocho minutos en hora pico y cuatro si contábamos los servicios locales, que terminaban en Castelar y no en Moreno”, dijeron.

Hoy la realidad es distinta y todos la ven empeorar a diario: tanto esos grupos de usuarios como los trabajadores y sindicalistas critican la falta de formaciones y el mal estado en el que las sacan a las vías. Solo basta con mirar los números: de aquellos 25 trenes que había hace dos años, hasta la semana pasada quedaban solo 15 en condiciones. Y desde ayer ese número se redujo a 12. Con estos pocos coches, el tiempo de viaje de Once a Moreno, por ejemplo, se estira a 74 minutos o más y l os viajes se hacen más largos y los vagones cargan más pasajeros. Si viajan. Y si llegan sin tener que padecer cancelaciones.

La falta de formaciones en condiciones es un déficit que el Gobierno promete empezar a cubrir el año que viene con la llegada desde China de los coches nuevos. La fecha estimada es febrero de 2014, justo para un nuevo aniversario de la tragedia de 2012 y al borde del primer juicio oral que tiene como imputados al maquinista Marcos Córdoba, a funcionarios del Gobierno y a empresarios de TBA.

La baja en la cantidad de trenes es notable. Y tiene una razón. “Muchos de los coches son desguazados en los talleres de Castelar, les sacan las piezas y se las ponen a otros que las necesitan. Eso es porque no hay repuestos y los ferroviarios se cansaron de pedirlos”, dicen desde “Un sarmientista”.

Para los sindicalistas, por su parte, el recorte de servicios y el blanqueo de las demoras es otro paso que convalida sus denuncias. “Ponen menos equipos, se alargan los tiempos de recorrido, así solo se está blanqueando que teníamos razón antes de las tragedias, cuando denunciábamos que los trenes no estaban en condiciones. Las improvisaciones que se manejan son tan graves que a pesar de haber pasado dos años de los 51 muertos de Once estamos peor. Dicen que van a traer trenes nuevos, pero eso demanda tiempo, no es fácil instalarlos, se ve en el San Martín, donde todavía los están acomodando. Estas medidas muestran un desprecio por la gente: se priorizó pintar los vagones y embellecerlos por fuera antes que arreglarlos”, se quejó Rubén Pollo Sobrero, delegado del ramal.

Desde que el Estado se hizo cargo del servicio la principal novedad fueron los controles a los maquinistas quienes ahora deben pasar exámenes psicofísicos similares a los de los pilotos de avión. Además, se implementaron medidas de seguridad en relación a la velocidad con la que los trenes llegan a las estaciones cabeceras. (Clarín)

 

 


Última actualización Martes 17-Dic-2013 ---- info@puntaderieles.com.ar / info_punta_de_rieles@yahoo.com.ar