22/10/13
El maquinista dijo no recordar el choque y seguirá detenido
En la declaración ante la Justicia Julio Benítez declaró que tiene “recuerdos borrosos” y que sufrió “ahogos” antes de la colisión. Aún no pudieron recuperar las imágenes del disco rígido de la cabina.
El maquinista del tren accidentado el sábado pasado en la estación de Once, Julio César Benítez, dijo ayer a la Justicia tener un recuerdo “borroso” de lo ocurrido ese día y que en una parte del trayecto que no pudo precisar sufrió un “ahogo” que le volvió “intermitentemente”. Así lo dijeron anoche fuentes judiciales al cabo de la declaración indagatoria del único imputado que tiene la causa. El juez federal Ariel Lijo, que todavía no pudo ver las imágenes de la cámara delantera de la cabina, dispuso que siga detenido en la alcaidía de los tribunales de Retiro.
“No recuerdo en qué estaciones paré ni cómo paré”, expresó el maquinista de 46 años, quien admitió ser el creador de un blog que se conoció ayer y del que se dudaba quién era el autor. Benítez dijo haber soñado dos veces con un accidente como el que sufrió su compañero Marcos Córdoba el 22 de febrero del año pasado, cuando murieron 51 personas. También dijo haber hablado de ello con un psicólogo.
Además, Benítez expresó no recordar si extrajo el disco donde se guardan las imágenes tomadas por la cámara de seguridad instalada en la cabina de la formación. Aunque admitió haber tenido unas herramientas que le proveyó su jefe y reconoció que hace trabajos de electrónica.
Benítez había llegado a los tribunales federales de Retiro poco después del mediodía. Fue después que le dieran el alta en la clínica Dupuytren, adonde había sido derivado por su obra social tras las primeras curaciones luego del accidente. Llegó esposado, detenido y aún incomunicado, a bordo de un patrullero. Vestía una campera negra con capucha y tenía vendada su nariz. Es que en el accidente se la fracturó y por ello será operado, en principio la próxima semana.
Inmediatamente después fue alojado en la alcaidía del edificio. Allí esperó seis horas hasta ser subido al tercer piso, donde se encuentra el juzgado federal penal 4, a cargo de Lijo.
El magistrado demoró el inicio de la indagatoria porque estaba a la espera de los análisis técnicos sobre el disco que guarda las imágenes tomadas por la cámara de seguridad instalada en las cabinas. El disco había sido retirado violentamente de la cabina accidentada el sábado en Once y la Policía lo halló dentro de la mochila del maquinista.
El disco estaba dañado y no pudo ser leído por los especialistas informáticos de la Policía Federal y la Gendarmería Nacional. Por ello el juzgado acudió a una empresa privada que más tarde requirió dos repuestos específicos para poder completar la tarea, aunque hasta anoche no había novedad sobre el contenido del video en Tribunales. Igualmente, los investigadores judiciales cuentan en su poder con la filmación de la cámara ubicada en la otra punta de la formación accidentada. De allí surgen bruscas aceleraciones y desaceleraciones en el trayecto entre Castelar y Once, lo cual coincide con lo afirmado por varios pasajeros a los medios el día del accidente.
Una vez en el juzgado, Benítez se entrevistó primero a solas con su abogada defensora, Valeria Corbacho, que trabaja para el sindicato La Fraternidad y también defiende a Marcos Córdoba, el maquinista del accidente en el que murieron 51 personas el año pasado, y al conductor de la formación que este año chocó en Castelar con un saldo de otros tres muertos.
Benítez fue imputado formalmente por el delito de estrago por descarrilamiento, previsto en el artículo 196 del Código Penal. Allí se establece que “será reprimido con prisión de seis meses a tres años al que por imprudencia o negligencia o por impericia en su profesión o por inobservancia de los reglamentos, causare un descarrilamiento, naufragio u otro accidente previsto” en esa parte del Código. (Clarín)