01/08/13
Randazzo culpó a maquinistas por los problemas en los trenes
Mostró videos con conductores que van leyendo, usando el celular y hasta durmiendo. En el gremio acusaron al ministro de querer “lavarse las manos” y buscar un efecto “mediático repugnante”.
Fueron aliados políticos durante años, pero las tragedias de Once y Castelar los convirtieron en enemigos directos. El Gobierno nacional mostró videos de maquinistas conduciendo trenes mientras dormían, leían o mandaban mensajes de texto, tras lo cual anunció controles a los motorman. Desde el gremio La Fraternidad acusaron al ministro de Transporte Florencio Randazzo de buscar un “efecto mediático repugnante” y de no prevenir los accidentes, porque las cámaras no están conectadas con una central de monitoreo.
Randazzo ofreció una conferencia de prensa en la que sorprendió con los videos. Esas imágenes fueron tomadas con las cámaras que se instalaron en las cabinas de conductor después de la tragedia de Castelar. Fue parte de la misma estrategia que el Gobierno viene usando: introducir la sospecha de que los accidentes se produjeron por fallas humanas.
“Nosotros nos sentimos en la responsabilidad de dar a conocer a la ciudadanía esta información tan preocupante. A partir de esto, hemos decidido tomar una serie de medidas”, aseguró Randazzo, y luego enumeró los nuevos controles a los que someterán a los maquinistas: medición de capacidad visual; detección de drogas; tests de descanso, fatiga y ansiedad; más capacitación y otros.
El sindicato de los maquinistas salió a cruzar a Randazzo. Aunque descartó una medida de fuerza, y afirmó que los controles anunciados eran viejos pedidos del gremio, el secretario general Omar Maturano le aseguró a Clarín: “El ministro dijo que no daría los nombres de los conductores que trabajaron mal, pero mostró las caras, eso no se hace. Las cámaras dentro de la cabina son para criminalizar al conductor y que no se vea todo lo que falta en los trenes. Las cámaras tienen que estar para prevenir, pero no están conectadas a una central de control. Lo que hicieron los trabajadores es indefendible, pero no los llamaron por radio ni los relevaron. ¿Estamos esperando un accidente para echarle la culpa al conductor y no al Estado?”.
Maturano tuvo luego un particular análisis. En diálogo con este diario aseguró: -Las cosas tienen que ser para todos iguales. También vemos por TV a los diputados que se duermen en las sesiones del Congreso.
-Pero no es lo mismo que alguien que está manejando un tren ...
-No, ¿pero vos viste después las leyes que votan?
Otro directivo de La Fraternidad, el secretario de Prensa Horacio Caminos, disparó más fuerte contra Randazzo: “Cada día circulan unos 2.600 trenes, y el ministro sólo mostró dos o tres casos de irregularidades. Fue para lavarse las manos y buscar un efecto mediático repugnante. Randazzo sangra por la herida porque este gremio fue el que denunció que los frenos del tren que chocó en Castelar los habían arreglado en un taller de los hermanos Cirigliano (los dueños de la ex concesionaria TBA). La Fraternidad le tocó el dolor a Randazzo, que pasó del estrellato político a ser uno de los tantos mediáticos que hay en Argentina ”.
La pelea entre el Gobierno y el sindicato es terminal. Tras Castelar, el vínculo está roto, al punto tal que el 3 de julio el sindicato paró cinco de las siete líneas de trenes metropolitanos por una supuesta demora en el pago de aguinaldos, aunque la Nación aseguró que fue contra la colocación de las cámaras. Tras ello, Randazzo borró de la estructura de Transporte a todos los funcionarios cercanos a La Fraternidad. El gremio, alineado a la CGT oficialista, viene coqueteando con Hugo Moyano. (Clarín)