31/07/13
La industria celebra la modernización del ramal a Rosario, pero no creen que se puedan cumplir los plazos
“Es un anuncio muy ambicioso, son once obras simultáneas”, explicó el ingeniero especializado en trenes Alberto Keim. El Gobierno prometió la semana pasada que en 570 días modernizará el estratégico ramal de cargas a Rosario, por donde se circula casi toda la exportación cerelera del país. Promesas y realidades de una obra clave. El ministerio de Transporte que conduce Florencio Randazzo, anuncio la semana pasada que se decidió darle un impulso decisivo a la recuperación del estratégico ramal de cargas Buenos Aires – Rosario. La mayoría de las vías del ramal que actualmente opera la empresa Nuevo Central Argentino (NCA) datan de la segunda mitad del siglo XIX. La reforma, según afirma Transporte, permitirá la circulación de formaciones de carga con 45 vagones de 4 mil toneladas y formaciones de pasajeros de 11 coches, que una velocidad máxima de 160 Km por hora. El anuncio generó gran expectativas en la industria cerealera y la dirigencia política de Santa Fe. Desde el gobernante socialismo advirtieron que seguirán de cerca los procesos de adjudicación para evitar que ganen “los mismos de siempre” y técnicos consultados destacaron la iniciativa pero anticiparon que es muy poco probable que se llegue a cumplir con los plazos que se anunciaron. El ambicioso plan prevé la mejora de once tramos de forma simultánea y se plantea como objetivo terminar la obra en 570 días con una inversión de más de 221 millones de pesos. Según anunció la ADIF, se presentaron 31 empresas con capacidad técnica y financiera para llevar adelante las obras. Desde la Coalición Cívica – ARI de Santa Fe consideraron positivo el anuncio aunque advirtieron que esperarán la publicación de los nombres de las 31 empresas, para analizar el origen de las mismas ya que temen que en rigor se trata de una maniobra de cartelización en las que unas pocas se ocultaron detrás de diversas unidades de gestión más pequeñas. El titular de la Coalición Cívica y candidato a diputado por el gobernante socialismo, Pablo Javkin, reconoció que “es un anuncio que estábamos esperando desde hace mucho tiempo”. “Vengo siguiendo el proceso muy atentamente y vamos a poner la lupa sobre las empresas que se presentaron, no queremos que sean las mismas de siempre las que ganen las licitaciones”, agregó. Alberto Keim, ingeniero especializado en infraestructura ferroviaria, afirmó que va a ser muy difícil que se pueda cumplir con el plan de obra y los plazos establecidos en el pliego, que prevé un máximo de 570 días corridos para la renovación de los 315 km de vía. “Son once obras simultáneas y por lo tanto se necesita formar once grupos de trabajo que requieren de personal calificado. Es muy ambicioso el plan”, explicó Keim. Si bien los materiales serán provistos por la Nación -por lo tanto las empresas se evitan sufrir las demoras que afectan a los artículos importados-, según Keim va a ser muy difícil cumplir con el plazo estipulado porque “no es fácil armar los grupos de trabajo”. Respecto a las características de las empresas que puedan hacer este trabajo, Keim afirmó que “deben contar con una capacidad técnica y financiera muy importante” y destacó que “en la Argentina las empresas con capacidad de realizar obras ferroviarias son contadas con la mano, pero hay empresas viales importantes que si pueden participar”. La Bolsa de Comercio de Rosario consideró muy positivo el anuncio. “Toda inversión en infraestructura es bienvenida para el sector productivo y exportador”, sostuvo, Alfredo Sesé, secretario Técnico de la Comisión de Transporte e Infraestructura de La Bolsa rosarina. “Actualmente está funcionando bien el transporte de carga de granos que administra la empresa Nuevo Central Argentino”, reconoció Sesé, pero agregó que “la renovación puede significar una disminución de los tiempos de transporte, lo cual es siempre positivo”. Para entender la importancia de la obra bastan unos pocos datos: Los puertos ubicados en la zona “up river”, que abarca desde Arroyo Seco hasta Timbúes, con centro en el Gran Rosario, despachan el 75 por ciento de los granos, subproductos y aceites que exporta la Argentina, según cifras de la misma Bolsa de Comercio. Sólo un 16% aproximado del total exportado, llega a las terminales portuarias vía ferrocarril (el año pasado fueron unos 8,2 millones de toneladas) mientras que el 78% lo hace a través de los más costosos camiones y el 6% restante, por barcazas. (La Política)