22/05/13
El Eurotunnel se quedó corto
La consigna K del vamos por todo, no parece funcionar en Europa. El grupo franco-británico Eurotunnel, que explota el túnel ferroviario bajo el Canal de la Mancha debió frenar su política de expansión. La movida se inició en 2012, cuando adquirió los activos de transporte de la desaparecida naviera SeaFrance. Tras sortear todas las observaciones del Tribunal de Comercio de París, abonó 65 millones de euros por los barcos, Berlioz, Rodin y Nord-Pas-de-Calais, se comprometió a explotarlos y crear para ellos aproximadamente 500 empleos, en su mayor parte con antiguos trabajadores de la naviera. La aprobación de la operación de compra, salió del Comité de la Competencia, pero con ciertas restricciones, en lo relativo a no comercializar un paquete de opciones túnel/ferry. La compañía completó así su oferta ferroviaria con la posibilidad de cruce para aquellos camiones de gran volumen que no pueden pasar por el túnel, las unidades futuras de 60 toneladas, y sobre todo para el transporte de mercancías peligrosas que no pueden ir en los trenes de Eurotunnel. La cosa no terminó allí. A principios de año, Eurotunnel se candidateó para gestionar dos puertos del norte de Francia, en concreto el de Calais y Boulogne. La oferta se establecía para una concesión durante un periodo de 50 años. En ese momento, un comunicado de prensa de la compañía justificó la avanzada porque tenían “un interés natural” puesto que su negocio de base es la gestión de infraestructuras”. Las instalaciones de Calais, la principal conexión marítima de Francia con el Reino Unido por su proximidad, y las de Boulogne son propiedad de la región Nord Pas de Calais desde que se las transfiriera el Estado francés en 2007. La actividad de las primeras está dominada por el tráfico de pasajeros, con más de 10 millones de personas al año, a lo que se añade unos 38,5 millones de toneladas en mercancías, esencialmente en los camiones que cargan los ferries que atraviesan el Canal de la Mancha. Calais está embarcado en un proyecto de modernización, con nuevas instalaciones, como un dique de 2,5 km, con una inversión estimada en unos 600 millones de euros. Por su parte, Boulogne es el primer puerto pesquero francés, que concentra más de 140 empresas de este sector, así como una plataforma logística. La avanzada encendió la luz roja. De concretarse, Eurotunnel pasaría a ser el operador del túnel y operadora de ferrys en el canal de la Mancha, y al mismo tiempo encargada de dos puertos claves en el Estrecho. Se convertiría así en cliente y el propio competidor. El operador de tráfico marítimo P&O con mayor actividad transmancha, se apuró a denunciar la movida ante las autoridades de competencia británicas, el Office of Fair Trading (OFT). Asimismo, la directora general de P&O Ferries, Helen Deeble, envió una carta al presidente del organismo británico de la competencia en la que indica que la atribución a Eurotunnel de la gestión de los dos puertos en cuestión tendría efectos similares a una fusión entre la conexión ferroviaria transmancha y las actividades comerciales de los tres puertos franceses por los que pasa el tráfico del canal de corta distancia. Helen Deeble aludió también al riesgo de abuso de posición dominante en caso de que Eurotunnel se hiciera con la gestión de los dos puertos. Su argumento es que el operador ferroviario, concesionario hasta 2086 del túnel que une Francia y Gran Bretaña bajo el Canal de la Mancha, es a la vez un operador del tráfico transmancha de corta distancia entre ambos países (el 43% del mercado de los fletes). Además, según los argumentos de P&O, se generaría un conflicto de intereses al ser a la vez Eurotunnel cliente del puerto de Calais a través de su actividad de transporte marítimo con la compañía My Ferry Link SAS, también propiedad del consorcio. Fue tal la presión que Jacques Gounon, presidente de Eurotunnel, envió una carta a Daniel Percheron, titular del Consejo Regional de Nord Pas de Calais en donde informó que se retiraba formalmente la propuesta por los dos puertos. Soldado que se huye, sirve para otra batalla. (El Cronista)