27/02/13
Tras las quejas, en un día ponen a punto la estación de Once
Rostros cansados, espaldas inclinadas como si estuviesen cargando una mochila, y la ansiedad de salir rápido de la estación de Once, esa misma donde hace poco más de un año ocurrió la tragedia en la que 51 personas perdieron su vida . Del otro lado, hay prisa también. Nadie mira, todos caminan a paso veloz. Son pocas las personas- tres, en un lapso de más de media hora- que se detienen a observar el cartel electrónico, que indica la salida de los próximos servicios. Para algunos son pequeños cambios positivos, para otros, sólo un maquillaje para ocultar las falencias. 10.07. Andén 5. Normal. Confirmado. Once. El tablero que, ayer dejó de funcionar por unos minutos a la tarde, hoy no presenta inconvenientes. Según consignó Clarín en su edición del lunes, no sólo el cartel no funcionaba, lo mismo ocurría con los molinetes, y no había empleados controlando los tickets. En un día eso cambió, aunque desde Unidad de Gestión desmienten que haya sido a raíz de la publicación. "Ayer a la mañana el tablero anduvo, a la tarde puede ser que haya dejado de funcionar unos minutos. Hace una semana lo colocaron. Antes hacían los anuncios a través de los altoparlantes. El tablero, en sí, ya estaba, pero lo usaban para publicidades", dijo a este medio Daniel Sosa, de 21 años, y que desde hace dos trabaja en un puesto de diarios y revistas de la estación. Arriba de la boletería se ve un cartel blanco, vacío. Allí, hasta hace tres semanas funcionaba otro cartel electrónico. Antes, explicó Sosa, los anuncios de los servicios los hacía por los altoparlantes. Para Lucas Folso, de 21 años, que toma el tren para ir a la universidad todos los días, pequeños cambios hay. "Obras se ven, el tema es que el tren antes pasaba más rápido", señaló, aunque aclaró que para él, si bien tarda 20 minutos más para hacer el mismo recorrido, por precaución está bien que vaya más lento. Desde el Centro de Atención al Usuario que está en la estación Once explicaron que la empresa está trabajando para poner "todo a punto", pero todo lleva tiempo. Una empleada señala a empleados trabajando para arreglar unos molinetes que todavía no funcionan. (La Nación)