25/02/13
Once: opositores y familiares piden eliminar la “corrupción”
Ni satisfacción, ni sorpresa. Las versiones sobre la decisión de la presidenta Cristina Kirchner, luego frenada por Carlos Zannini, de pedirle la renuncia a Florencio Randazzo, no movilizaron a los familiares de la tragedia de Once ni a la oposición. Unos como otros, entienden que si bien la gestión de Randazzo en Transporte apuesta más al “relato y la cosmética” que a resolver el problema de los ferrocarriles, no habrá ninguna solución hasta tanto el Ejecutivo no modifique la matriz de “ineficiencia y corrupción”. “Me parce que la Presidenta se equivocó de funcionario, creo que el primer nombre es el de De Vido, por su mano pasaban todos los controles. Randazzo recién empieza”, resumió Angel Cerricchio, papá de Carlos, en alusión al ministro de Planificación, Julio De Vido, a cargo de la Secretaría de Transporte al momento de la tragedia que dejó 52 muertos y más de 750 heridos. Como Angel, el diputado de Proyecto Sur, Fernando “Pino” Solanas, fue por más: “La principal responsable es la Presidenta de la Nación y quien le sigue es De Vido, no Randazzo. No es ninguna otaria la Presidenta, es una mujer informada. Tuvieron al delincuente de Ricardo Jaime seis años y medio en el Gobierno”, sentenció. Con matices, familiares y opositores coinciden en que de nada sirven los nuevos carteles si los trenes nunca llegan o los vagones pintados de celeste si no se renuevan. Pero este servicio de tren que no mejora, advierte el economista y precandidato del PRO Carlos Melconián, sale caro. “Según el Presupuesto Pacional para trenes 2013, el Estado gastará $ 4.380 millones anuales, si eso se lo divide por la cantidad de pasajeros, 280 millones anuales, te da que cada boleto le cuesta al Fisco $ 15 ”, resumió. Como él, el resto de la oposición entiende que las medidas de Randazzo apuestan más a “simular que a solucionar”. “Hay que crear una Agencia metropolitana que aborde el problema del transporte. Randazzo está haciendo campaña política con una necesidad de la gente que es viajar seguro”, disparó el diputado peronista, Francisco De Narváez. Al tiempo que su par macrista, Federico Pinedo, agregó: “El kirchnerismo hizo corrupción con el dinero que tenía que ir a mejorar el servicio de trenes y no hay maquillaje que pueda tapar eso”. También la diputada Graciela Ocaña, quien hace pocos meses presentó un informe sobre el ferrocarril en el Gran Buenos Aires y constató la falta de seguridad e incumplimiento en la frecuencia horaria, señaló: “Si tuviera que juzgar la gestión Randazzo, aunque es prematuro, diría que apostó más al relato y la cosmética. Debiera sincerar lo que encontró cuando asumió, lo que él pagó por cada vagón ahora y lo que se pagó antes y denunciarlo a la Justicia”. A ese mismo aspecto apuntó el senador radical, Ernesto Sanz: “Este no es un problema de nombres. La gestión kirchnerista en materia de transporte ha sido de una profunda ineficiencia y mucha corrupción. Mientras el Gobierno no cambie esta matriz, el nombre de los funcionarios es secundario ”. También los familiares entienden que lo importante no son los ministros, sino las decisiones políticas. “Más allá de los nombres, es la actitud que se va a tomar en la gestión de Transporte, porque si el cambio de personas no viene con cambio de actitud, no sirve ”, opinó Mónica Bottega, mamá de Tatiana, una de las víctimas de la tragedia. Pero la oposición anota que el enojo de Cristina con Randazzo sería más por sus críticas al Gobierno que por su desempeño en Transporte. “Randazzo intentó, ingenuamente, tener alguna diferencia con el kirchnerismo sin entender que eso acá es traición”, apuntó el diputado peronista, Enrique Thomas. Y Ocaña, ex ministra de Salud, sumó: “Si Randazzo le expresó la situación real de los trenes a Cristina, seguro cayó muy mal en ella porque no le gusta que le digan la verdad, me consta”. (Clarín)