22/10/12
Al Sarmiento le asignaron más plata pero el servicio no mejora
Ocho meses después de la tragedia de Once y luego de que el Gobierno adquiera un mayor protagonismo en manejo de los trenes, el ferrocarril Sarmiento sigue en estado crítico y presta menos servicios que a principios de año . En materia económica, la administración kirchnerista adoptó dos medidas salientes que, lejos de ser una respuesta de fondo, constituyen una salida transitoria. Por un lado, lanzó un plan de obras que representa sólo un tercio de las inversiones que había solicitado el interventor del Gobierno en TBA. Y por otro lado, tras el quite de la concesión al grupo Cirigliano, e levó de $ 75 a $ 100 millones mensuales los subsidios para los sueldos y el gerenciamiento de la UGOMS, la nueva operadora del Sarmiento y la línea Mitre que integran Metrovías y Ferrovías. En mayo, unos días antes de concluir su intervención en TBA, Raúl Baridó –el actual subsecretario de Transporte Ferroviario– advirtió en un informe que el Sarmiento requiere en los próximos dos años una inversión mínima de US$ 900 millones para poder los servicios y cumplir con las condiciones técnicas y de seguridad. Lejos de ese monto, el plan implementado a fines de julio representa sólo un tercio de las inversiones reclamadas por el interventor: en lugar de US$ 450 millones anuales, las obras anunciadas por el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo apenas equivalen a US$ 174 millones. Además, la totalidad de los trabajos corresponden a arreglos de vías, reparaciones de coches y rehabilitación de instalaciones que estaban paralizadas desde hace varios meses por la falta de pago del Estado y las demoras registradas en las redeterminaciones de los valores contractuales. Por el lado de los servicios, la situación actual es peor que la que había antes de la tragedia. Para ejecutar el plan de obras, el Gobierno suprimió los trenes nocturnos que van de Once a Moreno y todos los servicios de los días domingo entre Liniers y Once. Originariamente estas cancelaciones eran hasta el 30 de setiembre. Pero por el atraso en las obras, se extendieron hasta fin de año. Además, por falta de repuestos y locomotoras, también se cancelaron los servicios diferenciales diarios entre Once-Castelar, Once-Moreno y Once-Mercedes. De esta manera, el Sarmiento se apresta a cerrar 2012 con algo menos de 82.000 servicios corridos, lo que representa una caída del 11% respecto a la performance de 2011. Pero comparado con 2008—el mejor año operativo de los últimas dos décadas--, la marca proyectada para 2012 implica una estrepitosa reducción de 40.300 trenes. (Clarín)