02/10/12
Declaró Cirigliano en la investigación por Once
Claudio Cirigliano, dueño de la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA) se presentó ayer a declarar ante el juez Claudio Bonadio, quien investiga la tragedia de Once.
La semana pasada el empresario se había negado a declarar y ayer se presentó en los Tribunales de Comodoro Py, donde continuará dando explicaciones hoy. Ayer se dedicó a contar cómo fue el contrato de concesión firmado en la década del ‘90 y cuál era la relación entre Cometrans, la controlante, y TBA, la controlada. Cuando el 22 de febrero se produjo el choque en la estación de Once que dejó un saldo de 51 muertos y más de 700 heridos, Cirigliano había dejado de presidir TBA y encabezaba Cometrans. También, según explicaron fuentes de su defensa, manifestó su dolor –que no comparó con el de los familiares de las víctimas– por lo ocurrido en la estación de Once. Y en su primer día de indagatoria volvió a señalar al maquinista Marcos Antonio Córdoba por las falencias en el proceso de frenado del tren aquella mañana del 22 de febrero. Asistido por su abogado Juan José Sforza, Cirigliano se presentará hoy nuevamente ante Bonadio para responder a las acusaciones que se le hizo en su segunda indagatoria. En la primera ocasión estaba imputado por la falta de mantenimiento en el ferrocarril Sarmiento, que era explotado por TBA hasta que el Gobierno le quitó la concesión. Ayer hizo un relato histórico y hoy tendrá que dar explicaciones acerca del man ejo del dinero que ingresó a TBA y que fue utilizado para compra bienes suntuosos. Entre 2000 y 2012 TBA recibió del Estado la suma de 3517 millones de pesos en subsidios para la explotación del Sarmiento y Mitre. La Justicia detectó gastos en artículos de lujo comprados con la tarjeta corporativa de Cirigliano y pagados con dinero de TBA. Joyas y carteras italianas, muebles polinesios y vinos de alta gama fueron algunos de los objetos que la Justicia detectó que se adquirieron con bienes de TBA. La prepaga de Catalina Cirigliano, hermana de Claudio y Mario, las cabezas del Grupo empresario, también era pagada por la firma de trenes, aunque la mujer no trabajara en la compañía. Los investigadores también detectaron pagos realizados por TBA a firmas vinculadas a los integrantes de las sociedades del Grupo Cirigliano y a otras empresas que son consideradas fantasma y que, se sospecha, se utilizaron para maximizar ganancias. Sobre todo eso y mucho más tendrá que contestar Cirigliano hoy. (Clarín)