06/08/12
Sorpresa y resignación en el primer domingo sin el Sarmiento
El corte de 24 horas es entre Once y Liniers. Se suma a la veda nocturna de todos los días.
Puntual, como todos los domingos, Elena Riera, pasajera del Sarmiento, empleada, bajó del 165, cruzó la calle Mitre y entró a la estación Once. Ahí nomás se sorprendió: primero vio que el cartel que debía anunciar las salidas estaba apagado, después notó que no había inspectores en los molinetes, y, por último, se resignó cuando se dio cuenta que el único tren que estaba parado tenía sus puertas cerradas , sin vistas de que fuera a moverse. Elena fue una de las tantas personas que llegaron para tomar el tren y no sabían que no salía ninguno. Es que, tal como estaba anunciado, el Gobierno nacional cortó ayer el servicio dominical del Sarmiento durante todo el día entre las estaciones Once y Liniers y la noticia provocó sorpresa, apuro y resignación entre muchos pasajeros. Para aliviar las molestias, el Ministerio de Interior y Transporte dispuso entre 80 y 150 colectivos gratuitos que reemplazan al tren entre las 6 y la 1 de la mañana del lunes. No es un dato menor: por las vedas se quedan sin viajar en tren el 5% de los pasajeros. Entre ellos, 50.000 de cada domingo .
Ayer, el cambio de ritmo alteró totalmente la rutina de la estación. No sólo en movimiento, también en actividad. Y a ese clima, y al vacío, además se sumó el paro del subte, que también mueve miles de pasajeros a diario.
“Los domingos utilizan el tren muchas familias, se da ese movimiento. Hoy abrimos, pero la semana que viene ya no vamos a venir, el dueño quiso probar pero sobraron todos los diarios ”, se resignó el vendedor del único puesto de revistas abierto en el hall. Los quioscos también trabajaron poco durante todo el día: “Algo de venta hicimos, porque el que no sabía que no había trenes igual entró a la estación. Pero se nota en la caja”, contó una chica mientras aprovechaba para acomodar mercaderías detrás del mostrador de uno de los pocos locales abiertos. Algo similar pasó en la panadería que está frente al andén: al mediodía todavía tenía la mayoría de las bandejas de facturas intactas y poco dinero en la caja . Siempre ruidosa, ayer la estación sólo rompió su calma con los gritos de una mujer. Sin que nadie se lo pidiera ella se ocupó durante horas de darle una mano a los dos policías que estaban en la estación y avisar a los gritos que los trenes no salían y que la alternativa eran los colectivos. “Muchos no saben eso”, dijo, entusiasmada.
El nuevo cronograma de cortes en el Sarmiento entró en vigencia el lunes pasado y durará al menos 60 días. El Gobierno nacional dijo que ese es el plazo oficial para reparar vías, talleres y trenes, pero el mismo día que puso en marcha el plan también anuló una obra en la mejora de señales. Eran trabajos claves que originalmente debían estar listos para fines de 2011 y que hubieran ayudado, nada menos, a evitar la tragedia de Once. (Clarín)