18/07/12
Trabajos que ya deberían estar listos
El anuncio del Gobierno para el Sarmiento presenta tres aristas significativas. Primero: es un tardío reconocimiento de los atrasos de obras e inversiones que los medios y los gremios del sector han estado señalando hace tres años. Segundo: constituye una respuesta limitada a las necesidades de inversión de la línea. Tercero: implica una nueva complicación para los usuarios que usarán medios alternativos que no son mucho mejores que el tren. Como había informado Clarín en varias oportunidades el Gobierno tenía frenadas por falta de recursos y moras en las redeterminaciones de precios los tres programas de obras principales: vías, señalamiento y formaciones ferroviarias. Ahora se han reflotado parte de las obras congeladas. Los $ 800 millones anunciados no alcanzan para cubrir los US$ 900 millones que el ex interventor de TBA, Raúl Baridó (un hombre del propio Gobierno), calculó en mayo que eran necesarios para ese ferrocarril en inversiones en dos años en forma inmediata. Si el Gobierno no se hubiera atrasado con los programas de obras que ahora presenta como una nueva solución las vías entre Once y Castelar se habrían renovado completamente en 2010, el sistema de señalamiento estaría instalado hace un año, y en vez de cinco trenes de doble piso que hay hoy en servicio estarían en circulación 15. Ahora, un último interrogante es si los ómnibus que llevarán a los pasajeros lo harán a la misma tarifa que el tren, van a competir con las líneas habituales que tienen una tarifa mayor. (Clarín)