03/07/12
A 6 años del anuncio, largó el soterramiento
El soterramiento del ferrocarril Sarmiento es una de las obras más anunciadas y demoradas de la historia del país. El primer proyecto es de 1901, y en la última década se lo anunció cuatro veces. Ayer, finalmente, se concretó un avance: las empresas a cargo de la obra terminaron de montar la tuneladora que hará la excavación entre Haedo y Caballito, primera etapa de la obra que permitirá triplicar la capacidad de transporte del tren, además de eliminar pasos a nivel. La segunda, hacia el Oeste, irá hasta Castelar. Y una tercera llegará hasta Moreno. En el acto estuvieron el ministro del Interior y Transporte Florencio Randazzo y el secretario de Transporte Alejandro Ramos. “Se trata de la obra más importante de los últimos 100 años. Permitirá que los trenes circulen cada tres minutos y el Sarmiento pasará a transportar de 100 a 280 millones de pasajeros por año ”, explicó el ministro. La idea es convertir al Sarmiento en un subte, para que circule bajo tierra tal como lo hace hoy entre Once y Caballito. El primer tramo, de 17 kilómetros, estará operativo en unos tres años, cuando también se construyan las estaciones y se instalen las vías y la señalización. La obra está a cargo de un consorcio de empresas formado por Iecsa, Ghella, Odebrecht y Comsa. El total de la obra costará $ 11.785 millones y se financiará “con presupuesto propio”, aclaró Randazzo. Ayer quedó todo listo para que comience a operar la tuneladora Argentina, una mega máquina de 150 metros de largo . Randazzo accionó la grúa que bajó la cabecera de la máquina, un disco de 11,46 metros de diámetro. Ese equipo ya empezó a ser ensamblado al resto de la estructura, que está en un pozo de 22 metros de profundidad y 120 de largo. La tuneladora, la más grande de América Latina, permitirá extraer la tierra (que se llevará a diferentes rellenos en la provincia de Buenos Aires) y a la vez ir colocando los anillos de hormigón que formarán el túnel de 10,4 metros por donde pasarán las dos vías. La máquina avanza a razón de 20 metros por día. Esta misma técnica, aunque con un equipo más chico, es la que utilizó el Gobierno porteño para la construcción de los canales aliviadores del arroyo Maldonado. El soterramiento del Sarmiento permitirá eliminar todas las barreras que hoy están a nivel de calle. Así, se evitaría el riesgo de accidentes como el que ocurrió el año pasado en Flores cuando un tren arrolló un colectivo y hubo 11 muertos. Pero además se podrán mejorar las frecuencias y el tránsito, porque hoy las barreras llegan a estar bajas hasta 40 minutos por hora. El acto de ayer llega tras los cambios que se produjeron en la política ferroviaria del Gobierno luego de la tragedia de Once, que incluyó la rescisión del contrato de TBA para operar el Sarmiento y el Mitre y el cambio de manos del área de Transporte, que pasó del Ministerio de Planificación de Julio de Vido al de Interior. De hecho, desde esta modificación Randazzo intenta mostrarse bastante activo: impulsó la creación de la Agencia del Transporte Metropolitano (junto a la Ciudad y la Provincia), y ayer anunció que en pocos días se lanzará un plan para “mejorar la seguridad de los pasajeros y en las estaciones”. (Clarín)