25/06/12
Está varado en Pilar el tren binacional
Circuló sólo seis meses por problemas en las vías y falta de demanda; el servicio quedó interrumpido cuando TBA perdió la concesión
o vio llegar a la estación de Pilar como todos los lunes. Al día siguiente, le realizaron la mantención, le cargaron combustible, hicieron las pruebas de rigor y ahí quedaron las cinco duplas del Tren de los Pueblos Libres, ese que unía la Argentina y Uruguay, listas para partir. Pero Oscar Albesani, que trabaja como custodio en la zona desde hace ocho meses, da fe de que ese jueves no salió. De hecho, hace un mes que las formaciones están varadas a la intemperie, ahí donde un cartel dice: Estación Pilar, Tren Binacional, TBA.
Albesani cuenta que todavía hay gente que llega a la estación para tomarse el tren y que recién ahí se entera de que el servicio, que en agosto pasado habían presentado con una gran puesta en escena la presidenta Cristina Kirchner y el presidente uruguayo, José Mujica, está suspendido.
Según pudo saber LA NACION de fuentes del sector ferroviario, no sólo el servicio del tren binacional está temporalmente suspendido y no hay precisiones de cuándo retomará su actividad, sino también el servicio que partía rumbo a Misiones desde esa misma estación de Pilar. La respuesta dependerá del Ministerio del Interior y Transporte, del cual LA NACION no pudo obtener información.
Lo cierto es que el servicio quedó interrumpido luego de que el gobierno nacional le rescindiera el contrato de concesión a fines de mayo a la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA), a raíz de la tragedia ocurrida el 22 de febrero en la estación de Once. TBA, en coordinación con la Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (Sofse) y la empresa uruguaya Administración de Ferrocarriles del Estado (AFE) eran los prestadores de este servicio binacional.
"Cuando cae lo de TBA, cae también este servicio. Todo estaba prendido de alfileres. Se suspendió el servicio, los 20 compañeros que estaban contratados fueron licenciados y no se habló más nada. Desde la empresa lo único que les dijeron a los trabajadores es que cuando terminara la intervención los volverían a convocar para retomar el servicio. Mientras tanto, permanecería suspendido", dijo a LA NACION el dirigente ferroviario y delegado de la línea Sarmiento, Edgardo Reynoso.
Durante los poco más de seis meses que funcionó, el trayecto del Tren de los Pueblos Libres cambió su recorrido más de una vez. Nació con la idea de unir los 813 kilómetros que separan la localidad de Pilar con la uruguaya Paso de los Toros, y en una segunda etapa llegar a Montevideo. Pero enseguida el viaje se acortó hasta Paysandú por el mal estado de las vías. Luego, otros factores, como la baja demanda, influyeron para que el recorrido finalizara en la ciudad uruguaya de Salto, una vez que el tren había cruzado la frontera desde Concordia. Incluso, con el correr de los meses se sumó un servicio hacia Misiones.
Preocupante deterioro
Consultado por LA NACION, el presidente de la empresa uruguaya AFE, Jorge Setelich, dijo que, cuando asumió el cargo el pasado 2 de mayo, el convenio entre TBA y el Ministerio de Transporte uruguayo (MTOP) ya estaba inactivo, y que hasta donde conoce, ya que no le consta documentalmente, entiende "que se estuvieron realizando tratativas y no se llegó a un acuerdo definitivo para la regularización del servicio".
¿Si hay contactos con la Argentina para reactivar el servicio en el futuro? Según dice, no por ahora, ya que AFE está en una situación de crisis y se están concentrando en mantener los clientes de carga.
Mientras camina por entre las formaciones, Albesani muestra los grafitis que pintaron en uno de los vagones durante la noche del miércoles. También se la agarraron con uno de los parabrisas del coche que quedó astillado por los piedrazos. Dentro, las duplas con capacidad para 140 pasajeros se mantienen impecables, con todo el equipamiento intacto: asientos reclinables, aire acondicionado, televisión digital, pantallas de plasma.
"Ojalá que no lo corten -dice Albesani-. Yo viajé tres veces en ese tren a Misiones para visitar a unos parientes. La gente lo prefiere al ómnibus porque es más barato."
Víctor Alegre, otro custodio que trabaja en la zona, se suma a la conversación, y apunta que diciembre, enero y febrero fueron los meses en que más pasajeros hubo. "Lo triste del caso es que nadie sabe qué va a pasar", dice, aunque sin perder la esperanza de que la formación que tiene ahí adelante vuelva a ponerse en marcha algún día. (La Nación)