04/06/12
Empresas de los Cirigliano no pagan sueldos desde el fin del contrato con TBA
Aduce problemas financieros y suspendió personal
El imperio íntegro de los hermanos Cirigliano entró en crisis luego del quite de concesión de Trenes de Buenos Aires (TBA), que el Gobierno entregó temporariamente a los concesionarios Metrovías y Ferrovias a tres meses del choque del tren Sarmiento, donde murieron 51 pasajeros. Según revelaron a BAE delegados de sus trabajadores, el grupo aduce problemas financieros y empezó a suspender personal y demorar pagos de salarios en su fábrica de vagones (EMFER), su planta de carrocerías de colectivos (TATSA) y algunas de sus líneas de colectivos, donde los gremios también denuncian despidos.
La sospecha de los empleados es que los Cirigliano desviaban fondos de TBA –que recibe 71 millones de pesos por mes en subsidios estatales– para cubrir baches en sus demás unidades de negocio. Según voceros del grupo, los inconvenientes son “aislados entre sí” y no afectan a las cerca de 30 líneas de colectivos que administran.
La más crítica es la situación de EMFER, la planta del partido de San Martín que otrora fuera de Fabricaciones Militares y que emplea a 350 operarios, todos bajo convenio de metalúrgicos. “Todo lo que eran tareas para TBA están suspendidas. Tanto la construcción de los nuevos vagones Doble Piso como las reparaciones de los Toshiba eléctricos. Además, como le quitaron a los Cirigliano su participación en la UGOFE que administra el San Martín y el Roca, los contratos que quedaron pendientes para esas líneas son por tres vagones y no mucho más”, dijeron las fuentes sindicales consultadas.
“El agravante es que tanto Roggio (Metrovías) como Romero (Ferrovías) tienen fábricas propias, o sea que la posibilidad de que nos entre trabajo de UGOFE a EMFER es casi nula”, agregaron los delegados, que esperan para las próximas horas el pago de sus salarios y el retroactivo que pactó la UOM en la paritaria que acaba de homologar el Ministerio de Trabajo.
Desde la empresa admitieron que la planta está semiparalizada pero le echaron la culpa al Gobierno. “Ahora es el Estado quien tiene que redeterminar los precios de los contratos, porque los presupuestos para los vagones quedaron viejos y con estos números no se puede producir”, sostuvieron ante BAE, también bajo condición de anonimato.
En el mismo predio de EMFER funciona TATSA, la fábrica de colectivos de los Cirigliano. Allí los operarios cortaron varias veces los accesos en los últimos días en reclamo del pago de sueldos atrasados. La empresa mantiene suspendidos a la mitad de ellos con un acuerdo de pago del 75% de los salarios, pero incumplió con varias cuotas. En este caso, la respuesta del holding fue que “faltan insumos importados para producir”, algo que también ocurrió meses atrás en las terminales automotrices, pero que destrabó tras gestiones del sector ante el Gobierno.
En Ecotrans, la firma de los dueños de TBA que administra la línea 317 y otros ramales de colectivos en la zona Oeste del Conurbano, también se multiplicaron las protestas en las últimas semanas. El delegado Luis Mariani denunció días atrás que la falta de mantenimiento de los coches “pone en peligro la vida de los usuarios, como ocurre en el Sarmiento”. También se quejó por el despido de otros dos delegados electos que criticaban por lo mismo a los Cirigliano.
El único reducto del grupo donde aún reina una relativa calma es en Cometrans, la empresa madre del grupo, que administra los 20 ramales de color rojo que circulan por la ciudad de Buenos Aires. Sus trabajadores igual se mantienen en alerta, ante el panorama negro del resto del conglomerado.
Bonadío indaga a Schiavi y al motorman
El juez Claudio Bonadío, que tramita la causa penal por la muerte de los 51 pasajeros del Sarmiento el 22 de febrero, tomará mañana declaración indagatoria al ex secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, y el miércoles al chofer de la malograda formación 3772, Marcos Córdoba, a quien los dueños de TBA culpan por la tragedia. Según fuentes judiciales, el resto de las citaciones fueron reprogramadas porque el magistrado se tomará vacaciones a partir de la semana próxima. Justamente en esa fecha estaba previsto que prestaran declaración indagatoria el dueño de TBA, Claudio Cirigliano, y el predecesor de Schiavi, Ricardo Jaime, quien también es investigado por la Justicia por haber aceptado dádivas de varios empresarios a quienes debía controlar como funcionario. Entre ellos, el propio Cirigliano. (BAE)