30/05/12
TBA responsabilizó del accidente también a la interna gremial
La defensa que ejerce la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA) en la causa judicial por la tragedia de Once tiene un nuevo aditamento. Hasta esta semana los directivos y gerentes de TBA culparon al maquinista Marcos Córdoba por el choque y al Estado por la falta de inversión. El argumento sumado para defender lo actuado por la compañía en la explotación del Sarmiento es la complicada situación gremial que impidió el normal funcionamiento de la línea donde el 22 de febrero pasado se produjo un choque que dejó como saldo 51 muertos y más de 700 heridos. Los novedosas razones esgrimidas por TBA fueron introducidas en el expediente por Luis Alberto Ninoná, Jefe de Material Rodante a cargo de los talleres y depósitos del Sarmiento y del Mitre. Ninoná que tiene a su cargo 416 personas, describió en su escrito la interna ferroviaria que, afecta la operación de los trenes. Recordó que la conducción de la Unión Ferroviaria está a cargo de la lista verde y que encabeza el dirigente peronista José Pedraza detenido por el crimen del militante del Partido Obrero, Mariano Ferreyra. En cambio en el Sarmiento el cuerpo de delegados pertenece a la lista izquierdista bordó que encabeza Rubén “Pollo” Sobrero. Ninoná aseguró que esta interna genera problemas: ”En muchos casos la puja de poderes influye en quien consigue mayor cantidad de “beneficios” para el trabajador a costa de imponer su resolución a TBA”.
“El poder aplicar una sanción disciplinaria es muy difícil ya que se sacó de vigencia el Reglamento de Disciplina que se encontraba vigente previo a la concesión. Por esa razón resulta necesario consensuar con los delegados cualquier tipo de Pedido de Informe, dado que en muchos casos aducen que se trata de una persecución laboral”. “Se niegan a producir cambios de turnos en el personal, aunque se trate de problemas operativos, ya que argumentan que no se les puede cambiar las condiciones de trabajo”. “Un tema no menor es que en general los ingresos del personal son digitados por el gremio, resultando muy difícil encontrar personas con conocimientos técnicos”. Para cerrar su descargo, Ninoná, señaló al Estado como responsable de esta situación: “Lo expuesto permite afirmar que la necesidad de tener que consensuar con los representantes gremiales cada decisión relacionada con el poder de dirección del empleador no responde a un acto voluntario de la compañía sino a los permanentes avances sindicales validados, de distintas formas, por la autoridad de aplicación y por la autoridad de contralor del contrato de concesión”. Ninoná fue reforzado por Daniel Lodola, gerente de la línea Sarmiento dijo que “el grupo de personas que responde ciegamente a los dos líderes sindicales de la lista bordó de UF quienes generan conflictos en forma permanente, desconocen en forma absoluta los derechos del público usuario y del empleador, desafían toda autoridad y anarquizan absolutamente la operación”. (Clarín)