16/04/12

 

Según el peritaje, el tren tenía problemas técnicos, pero frenaba

 

A pocos días del traspié que sufrió por la decisión de la Cámara Federal de no aceptar al Estado como querellante, el Gobierno contaría ahora con un hecho favorable que le permitiría afrontar la crisis planteada por la tragedia de Once desde una posición menos complicada.   Si bien detectaron que el tren no cumplía con todas las condiciones técnicas, los peritos oficiales que investigan las causas del accidente ya tendrían comprobado que l os sistemas de frenos de la formación ferroviaria funcionaban y que no fueron accionados al ingresar al andén de la estación Once. Esa información dejaría también en un lugar más cómodo a TBA , la concesionaria del ferrocarril.  Según un informe reservado que manejan desde el viernes el ministerio de Planificación y la secretaría de Transporte, una de las principales conclusiones de las pericias técnicas que ordenó el juez Claudio Bonadio establecería que el conductor no aplicó en los últimos metros ninguno de los sistemas de frenado que tenía disponible la formación.  Hasta ahora el único imputado formal que tiene la causa es el maquinista, Marcos Córdoba, quien había declarado que el accidente – que dejó 51 muertos y más de 700 heridos – se produjo porque el tren se quedó sin frenos .   Si bien transitoriamente el concesionario TBA y el Gobierno estarían, en parte, favorecidos por estos resultados de la pericia; lo cierto es que sus responsabilidades operativas y políticas por la deficiente prestación de los servicios y la falta de controles no desaparecerían y podrían dar lugar a nuevas causas judiciales.  De acuerdo con los datos obtenidos por Clarín del informe que circula en el Gobierno, los puntos más salientes del informe pericial serían los siguientes: El tren estaba en plena capacidad para frenar mediante el freno de servicio, el de emergencia, el dispositivo de hombre muerto y la inversión de marcha.   El conductor, mediante la colocación del “controller” en neutro, habría anulado la posibilidad de que se aplicase el dispositivo automático de hombre muerto.   En vez de tener los 8 compresores de freno reglamentarios, la formación tenía 7. De esos 7 compresores, 6 funcionaban adecuadamente.   El restante quedó destruido por el choque y no se pudo comprobar si funcionaba o no. No obstante esa irregularidad, la capacidad de recuperación de los niveles de presión de aire de los compresores era la adecuada.   Las filmaciones y el sistema de GPS confirman que el tren había realizado las aplicaciones de freno correspondientes en todas la estaciones y en la zona de cambios entre Caballito y Once sin que se reporte ninguna anomalía.   Las mediciones de las variaciones del consumo eléctrico del tren indican que los compresores funcionaban, que el tren traccionaba y que los frenos no fueron aplicados en el ingreso a Once.   No se registran reportes de avisos de fallas en la formación del conductor ni de ninguno de los maquinistas que habían manejado anteriormente el tren.   Las pericias realizadas sobre las vías, señales, paragolpes, andenes y plataformas no aportan evidencias de fallas o anormalidades que hayan incidido en el siniestro.   El conductor tenía realizados y aprobados todos los exámenes médicos, psicológicos y técnicos . Además contaba con la habilitación correspondiente para conducir trenes eléctricos.   De la documentación secuestrada en los talleres de Castelar se desprende que TBA alista y verifica la aptitud técnica de los trenes con “ cierta informalidad en la sistematización de la documentación utilizada para el registro de las tareas”.   Además, la información obtenida en Castelar demuestra que todos los coches estaban circulando con “mantenimientos diferidos” y “kilometrajes excedidos” . Esto significa que debieron haber sido parados varios meses antes para ser sometidos a una reparación total e integral.   La deformación de los coches fue producto de la elevada velocidad (26 Km/h) de impacto, del tonelaje de los rodados y de la energía cinética producida por la formación.  El juez había dicho que la pericia técnica estaría disponible mañana. Pero según fuentes judiciales, el viernes Bonadío le pidió a los tres peritos oficiales que amplíen las pruebas sobre algunos aspectos específicos referidos a las capacidades y los tiempos de respuesta de los sistemas de frenado. Eso podría demorar los resultados. (Clarín)

 

 

 


Última actualización Lunes 16-Abr-2012 ---- info@puntaderieles.com.ar / info_punta_de_rieles@yahoo.com.ar