26/10/11
Denuncian que los boleteros redondean a favor de ellos
Esteban Zubillaga se subió al subte, sacó de su bolsillo las monedas y empezó a contar. Una de 50 centavos, una de 25 y otra de 10. Como casi todos los días, había comprado un pasaje con un billete de dos pesos en la boletería de Bulnes de la línea D, para ir a su trabajo, en el Microcentro. “Pensé que había sido una equivocación del boletero, porque le puede pasar a cualquiera… Pero, como a los dos días me volvió a pasar, la siguiente vez chequeé el vuelto en el momento y detecté que me habían dado nuevamente 5 centavos menos de lo que correspondía. Le dije al boletero y me explicó -de muy mala manera- que no tenía para darme cambio, pero le insistí y la moneda apareció”, relata. Lucía sólo comparte con Esteban la línea de subte en la que viaja. Todos los días sube en la estación Juramento para llegar a la zona de Tribunales, donde trabaja como oficinista. Nunca tuvo problemas con el cambio. Hasta que, según cuenta, un día perdió su tarjeta SUBE y tuvo que volver a recurrir al pago en efectivo. "En menos de un mes, me dieron mal el vuelto tres veces en Juramento. La primera vez fueron 10 centavos. Las dos siguientes sólo 5. No se trata de cuánto sino del hecho en sí. No soy de defender a las empresas, pero me parece que es mala fe de la boletera, que se ampara en la excusa de la falta de cambio", denunció. Mariano Encina vive en Haedo y rara vez utiliza el subte para movilizarse. Su trabajo queda en Once y, según cuenta, cubre el trayecto con el Ferrocarril Sarmiento. Aunque su historia es similar a la de Esteban. “Por apurado o confiado, nunca le prestaba atención al vuelto que me daban al sacar el boleto. Pero un día que necesitaba las monedas para viajar en colectivo, me fijé. Había pagado con un billete de dos pesos un pasaje que costaba $1,10. Y tenía 80 centavos. Pensé que yo había perdido una moneda. Pero me quedé con la duda y a partir de ahí empecé a revisar el vuelto. Y varias veces tuve que decirle al boletero que se había ‘equivocado’ y que me diera bien el cambio”. Ricardo Morales se contactó con Clarín.com, a partir de la nota publicada por Testigo Urbano, en la que se da cuenta de los varios inconvenientes que afrontan los usuarios del Sarmiento. Allí, además de quejarse de la inseguridad y de la falta de aseo en los vagones, Ricardo relató: "Cuando voy a la boletería tengo que prestar más atención que arriba del tren, porque varias veces me quisieron dar una o dos moneditas de menos en los vueltos". Los testimonios de Esteban, Lucía, Mariano y Ricardo no son las únicas quejas que recibió Testigo Urbano en torno al tema del "redondeo", comprendido por la ley N°22.802, de Lealtad Comercial, que prevé multas de cien pesos ($100) hasta quinientos mil pesos ($500.000) a quienes no cumplan las disposiciones de la norma. En la ley, se establece que cuando “surgieran del monto total a pagar diferencias menores a CINCO (5) centavos y fuera imposible la devolución del vuelto correspondiente, la diferencia será siempre a favor del consumidor”. Ante la consulta de este diario, Mariano Gibaut, vocero de Metrovías, aseguró que la empresa no tiene conocimiento del hecho, que en caso de constatarse podrían ser casos “aislados” y acciones “desleales” de los boleteros y que “de ninguna manera la política de la empresa es redondear en contra del usuario”. “Vamos a investigarlo. Por eso es importante que los usuarios envíen su queja vía mail (info@metrovias.com.ar) o a través del Centro de Atención al Pasajero y nos ayuden a individualizar cada situación. Hay que tener en cuenta que contamos con más de 150 boleterías y que viajan más de un millón y medio de pasajeros por día”. Gibaut, además, negó que la escasez de monedas sea una circunstancia que oficie de excusa y justifique ese accionar. “Todas las mañanas hacemos un fuerte esfuerzo para conseguir la cantidad de monedas necesarias para dar todos los vueltos que sean necesarios durante el día porque es nuestra responsabilidad”, indicó. Al tiempo que admitió que las incorporaciones de las tarjetas SUBE y Monedero aportaron soluciones a ese flagelo. “Ayuda muchísimo no sólo para el tema de los vueltos sino también para hacer más fluido el acceso”. Gustavo Gago, vocero de TBA, también descartó que se trate de una maniobra avalada por la empresa. E instó a “chequear el vuelto antes de irse de la ventanilla para evitar inconvenientes”. Asimismo, Gago aseguró que en caso de que el boletero no tenga monedas para dar vuelto, sí existe la obligación –y también la orden al cajero- de redondear “hacia abajo”, a favor del pasajero. Osvaldo Riopedre, de la Asociación de Defensa de los Consumidores y Usuarios (Adecua), recordó que el problema a la hora de dar el vuelto “es justamente del que expende el boleto. En caso de no tener cómo hacerlo, debería cobrar menos, pero nunca quedarse con dinero del cliente”. Aunque advirtió que “a lo mejor la empresa no lo sabe y es una avivada del empleado que se termina quedando con el dinero”. A su vez, Riopedre remarcó la importancia de realizar el reclamo: “La denuncia hay que hacerla en la CNRT (Comisión Nacional de Regulación del Transporte) y a través del libro de quejas”. Aunque reconoció que, muchas veces, los usuarios no lo realizan para evitar “la mala cara” del boletero y en otros casos porque eso conlleva una importante demora. (Clarín)