15/09/11
Errores y negligencia provocaron la tragedia
Un colectivo fue arrollado por un tren del Sarmiento que descarriló y chocó a otra formación. Hubo 11 muertos y 228 heridos. La barrera andaba mal, no había banderillero y el colectivero hizo una maniobra imprudente.
Fue el peor accidente ferroviario en la Ciudad en casi medio siglo. Un colectivo fue arrollado por un tren del ferrocarril Sarmiento, que descarriló y terminó impactando a otra formación que estaba parada en la vía contraria. El resultado: 11 muertos y 228 heridos. Pese a que tanto la concesionaria TBA como el Gobierno aseguraron que la barrera funcionaba bien, un video de una cámara de seguridad mostró que no bajaba por completo, y que hasta minutos antes del accidente el tránsito era ordenado por un banderillero.
La tragedia sucedió a las 6.23, en el cruce de la vía a la altura de la calle Artigas, a metros de la estación Flores. El interno 52 de la línea 92 llegó al paso a nivel y se encontró con que la barrera estaba a 45 grados, con las luces y campanas funcionando. Al no haber banderillero, el colectivero bajó la velocidad e intentó, con una maniobra imprudente, cruzar la vía eludiendo la barrera.
Cuando estaba pasando, el tren Nº 3737, que se dirigía por la vía 1 con destino a Moreno, lo arrolló. Como consecuencia del choque descarriló y terminó embistiendo a la formación Nº 3730, que venía por la vía 2 y estaba casi detenido en la estación Flores.
Según le confirmaron a Clarín fuentes del Gobierno porteño, en el lugar del accidente murieron nueve personas: cinco hombres, tres mujeres y una beba de siete meses. Entre las víctimas estaba el colectivero. La beba y sus padres eran de nacionalidad boliviana. La Ciudad no quiso brindar anoche las identidades de las víctimas hasta que no fueran confirmadas por familiares.
En tanto, otros dos hombres murieron mientras eran atendidos en el hospital Durand, según informó el Ministerio porteño de Salud. Se llamaban Alejandro Congett y Víctor Celaya Vergara.
Además, hubo 228 heridos, incluidos seis menores y uno de los maquinistas, Oscar Valenzuela. Fueron atendidos en los hospitales Alvarez, Piñero, Vélez Sarsfield, Santojanni, Zubizarreta, Tornú, Durand, Ramos Mejía, Argerich, Penna, Gutiérrez, Rivadavia y Fernández. Once personas permanecían anoche internadas, tres de ellas con pronóstico reservado.
Pablo, uno de los pasajeros del tren que fue atendido en el Alvarez, contó: “Venía en el cuarto vagón del tren que iba de Ramos Mejía a Once. De repente se siente un impacto, nos fuimos todos al piso, se apagaron las luces, hubo mucho pánico, con gente tratando de salir”. Otro pasajero, Hernán, agregó: “Por suerte en el tren que venía de Once no había casi nadie, porque sino teníamos que hablar de más gente herida. Apareció un policía que empezó a ayudar, pero de TBA no había nadie”.
La causa quedó a cargo del juez federal Julián Ercolini, quien ya mandó a secuestrar la barrera para hacerle pericias. Es que esa es la clave de la investigación. La concesionaria TBA emitió un comunicado en el que aseguró que “los tres mecanismos de seguridad inherentes al paso nivel; lumínico, sonoro y físico, estaban en funcionamiento”. Y el propio secretario de Transportes de la Nación, Juan Pablo Schiavi, afirmó que “la barrera estaba funcionando técnicamente bien” y que según testigos “no estaba levantada”.
Pero un video difundido por la Policía Metropolitana puso en duda estas aseveraciones. En la imagen se ve claramente como hasta las 6.07 había en el cruce un banderillero ordenando el tránsito, porque la barrera había quedado trabada en un ángulo de 45 grados, lo que hacía que las luces y la alarma sonora funcionaran continuamente. De hecho, a las 2.38 un camión recolector de residuos pasó por la zona y le rompió la punta a la barrera.
“Esto que pasó hoy podría suceder todos los días. La barrera queda baja 5 o 10 minutos, a veces funciona y a veces se traba. La gente se cansa de esperar y cruza”, contó un empleado de la verdulería que está a 30 metros de la zona del accidente.
En tanto, el interno 52 de la línea 92 contaba con cuatro infracciones cometidas entre el 9 de diciembre y el 6 de julio pasados, de acuerdo al registro del Gobierno porteño. Dos por cruzar en rojo, una por invadir la senda peatonal y otra por manejar hablando por celular.
El accidente reavivó la polémica por los continuos retrasos que viene sufriendo la largamente prometida obra de soterramiento del Sarmiento, que convertiría al tren en un subte y permitiría eliminar todos los cruces a nivel de calle, algo similar a lo que ocurre en el tramo entre Once y Caballito. También volvió a poner en agenda la polémica entre los vecinos y el Gobierno porteño por la paralización judicial de los “sapitos”, los 11 túneles para el tránsito liviano en cruces de los trenes Mitre, San Martín y Urquiza.
Hasta anoche continuaban las tareas para sacar de las vías al colectivo y los vagones chocados. Por eso no se descartaba que durante hoy el servicio funcionara con algunas demoras. (Clarín)