23/05/11
En los trenes, cada vez más gente viaja sin sacar boleto
La  cifra llama la atención. Es que la comparación del promedio de pasajeros  transportados en el primer trimestre de 2010 y el mismo período de 2011 por las  líneas que conforman el servicio ferroviario urbano (Mitre, Sarmiento, Roca,  Urquiza, San Martín, Belgrano Norte y Sur), muestra una baja que ronda el 22% ,  un dato oficial de la CNRT  que podría objetar cualquier usuario regular de la red incluso sin manejar las  estadísticas. El sentido común no falla: en este caso el número no habla de la  cantidad de personas que viajan en tren, sino de aquellos que lo hacen sin  haber pagado su boleto. Una situación que se justifica a partir de la  dificultad para cobrar pasajes debido a la falta de monedas de baja  denominación, y más “liviandad” en los controles que apunta a evitar conflictos  con los pasajeros.   El testimonio de los  usuarios de la mayoría de los ramales coincide y tanto los voceros de las  empresas como los sindicatos consultados por Clarín reconocen la situación.  Incluso desde la Secretaría  de Transporte de Nación confirmaron que están llevando adelante las  investigaciones correspondientes para avanzar sobre este problema que,  aseguran, desaparecerá con la instalación del SUBE en toda la red, algo que  –prometen– demandará entre tres y cuatro meses.   Por lo bajo, muchos atribuyen esta crisis a  la resistencia que genera la intención de implementar el sistema SUBE en toda  la red. Y sostienen que, en el fondo, la disputa tiene que ver con los  subsidios que entrega el Estado por la cantidad de pasajeros (que en la  actualidad se informan a partir de una declaración jurada), y con el manejo de  la caja chica del cobro por ventanilla. Uno de los voceros consultados estimó  que, cada día, las compañías pierden alrededor de $ 6 millones de pesos por  este concepto.  “Siempre existió una  evasión del orden del 3 al 5%. Pero el problema está creciendo, principalmente  por la falta de monedas. Las máquinas expendedoras salen de servicio y las  boleterías se ponen en pago exacto”, concede Gustavo Gago, vocero de TBA,  empresa que maneja las líneas Mitre y Sarmiento. Rubén Sobrero, delegado de  Unión Ferroviaria en el Sarmiento, confirma que la indicación es cerrar las  boleterías cuando no hay monedas, en referencia a las de $ 0,05 y $ 0,10,  necesarias para dar vuelto. “Nos da bronca porque nadie resuelve el problema, y  tampoco vamos a pelear nosotros con el usuario si a la empresa no le interesa  mejorar la situación”, dice Sergio Baena, boletero de la línea Mitre y ex  delegado sindical. Y reconoce que sus compañeros están en contra de la  implementación de la tarjeta. “Las estaciones no cuentan con la tecnología para  utilizar esa modalidad. Hay algunas que ni tienen molinetes”, asegura.  Desde las empresas insisten con la idea de  negociar cambios en las tarifas que permitan llevarlas a números redondos, lo  que implicaría aumentar algunas y bajar otras. Pero desde la Secretaría de  Transportes aseguran que el Banco Central evaluó la situación actual de las  monedas y, para ellos, está equilibrada. Por lo demás, responden que hasta que  no esté implementado el SUBE, no se puede avanzar con la discusión tarifaria.   De cualquier manera, la falta de monedas no  es la única razón por la que las ventanillas no abren. “El sindicato tampoco  permite abrir las boleterías si en la estación no hay personal de seguridad ”,  indica otra fuente que pide no ser identificada. “A los guardas se les hace  difícil controlar la evasión en trenes que vienen tan llenos, la política de  evasión se maneja desde las estaciones”, razona Sobrero. Y sobre ese punto,  Gago se pregunta: “¿Cómo haces para verificar si el que está viajando sin  boleto tiene o no el cambio exacto para abonarlo”. Lo que preocupa de esta  situación que se extiende en el tiempo es que, según coinciden todas las  fuentes, la gente se está “acostumbrando” a viajar sin pagar.  En situaciones opuestas se encuentran las  líneas Roca y San Martín, ambas operadas por la Unidad de Gestión Operativa  y Ferroviaria (UGOFE). La primera, hacia el sur del Gran Buenos Aires, es la  que registra la baja más importante. “Hay relación con los conflictos  sindicales que atravesamos, que implican cortes de vía, bloqueos de boleterías  en horarios pico y otras situaciones que nos llevaron a liberar los controles”,  reconoce su vocero, Eduardo Montenegro. La instrucción del gremio es evitar los  conflictos con los pasajeros, porque el clima de tensión genera reacciones muy  violentas .  Lo que nadie termina de  decir en voz alta pero todos insinúan es que, si hay que elegir, prefieren que  un porcentaje de usuarios sigan viajando sin pagar y así evitar que se  produzcan desmanes como los que a principios de mes dejaron inactivos 22 coches  del Sarmiento. (Clarín)
    
