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Cruce entre gremialistas por un contrato de obra ferroviaria
El optimismo por los resultados positivos que -a su entender- había conseguido en sus viajes a China y España le duró muy poco tiempo al secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi.
No bien regresó a Buenos Aires, se topó con una nueva polémica interna que ha comenzado a agitar las aguas en el ámbito de los trenes. A diferencia de los habituales problemas ferroviarios que giran en torno a la prestación de los servicios y el desembolso de los subsidios, ésta vez la cuestión se encuentra focalizada en la contratación directa de una obra que lleva adelante la Sociedad Operadora Ferroviaria (SOF), la empresa estatal creada en 2008. Se trata de una obra valuada en la suma de $ 3 millones y consiste en la reparación de vías del ferrocarril Belgrano que actualmente se utilizan para los trenes urbanos de la provincia de Chaco. Más allá de las supuestas irregularidades que habría en torno de la adjudicación de los trabajos, la disputa tiene un ribete especial porque los protagonistas son funcionarios que responden a los gremios ferroviarios y a la federación de camioneros que lidera Hugo Moyano. Tras recibir el expediente de la obra enviado por el gerente general de la SOF, Alfredo Cargnello; el presidente de la empresa Juan Rosauro Araya -quien llegó a ese puesto con el respaldo de la Unión Ferroviaria- procedió a convalidar de inmediato el contrato con la empresa privada Herso.
Según los papeles en juego, el monto total cotizado por Herso fue de $ 2.596.450 más IVA, con un anticipo del 20% y el resto a los 30 días de certificados los trabajos. El cortocircuito estalló en el directorio de la SOF cuando Araya llevó el tema para que sea aprobado por los otros dos integrantes de la cúpula de la SOF: Maximiliano Di Federico -que responde al titular de la CGT, Hugo Moyano- y Agustín Special, el representante del gremio de La Fraternidad. Special apoyó sin cuestionamientos la obra; pero Di Federico fijó por escrito su rechazo , señalando una serie de irregularidades que ahora están siendo analizadas por los abogados de la secretaría de Transporte y del ministerio de Planificación. Entre otras consideraciones, la presentación de Di Federico resaltó los siguientes aspectos críticos: “La contratación carece de la información necesaria para su análisis.
No surge algo tan especial que es la determinación del lugar concreto y exacto donde se llevará la reparación de vías. Tampoco se determinan cuáles serán los 5 pasos a nivel a renovarse”. “Ha quedado documentado que mientras realizaba el informe de las obras a realizar, la empresa Herso ya tomaba decisiones tendientes a la realización de la obra, dejando entrever que existía cierto grado de certeza respecto a la adjudicación en cuestión”. “Ante la necesidad de hacer la obra, se tendría que haber convocado al personal dependiente especializado en reparación de vías y no a un tercero para que analice cuales son las medidas a tomar para solucionar el problema”. “Si bien los trabajos son, en apariencia, técnicamente apropiados, no puede conocerse, en base a la documentación presentada, el alcance de los mismos. N o existe una memoria técnica que desarrolle los trabajos a realiza r, como así tampoco el cronograma detallado por ítem, ni la curva de inversión y la elaboración del proyecto de ingeniería que debe presentarse en cada obra”. (Clarín))