16/07/10

 

Elogios al "modelo chino", en busca de más inversiones

 

La Presidenta felicitó a sus anfitriones por haber tenido un plan "sostenido en el tiempo"

 

En un último intento de conseguir inversiones de un país en el que el gobierno es siempre el que da el visto bueno a cualquier contrato, la presidenta Cristina Kirchner elogió ayer el modelo político chino y propuso, ante empresarios de esa nacionalidad, impulsar una sociedad comercial que redunde en inversiones para la Argentina.

"Ustedes han tenido una suerte que nosotros no hemos tenido, que es la perseverancia en el tiempo de un proyecto político y económico que es en definitiva lo que torna grandes a las sociedades", apuntó la Presidenta, en una fuerte ponderación del sistema de partido único que rige desde la revolución maoísta.

Consciente de que aquí existe una completa intervención estatal, el Gobierno mostró sintonía política para conseguir acuerdos. A partir de esta visita, la diplomacia argentina espera con ansiedad que la administración comunista defina un futuro viaje del primer ministro, Wen Jiabao. Además, está prevista para octubre una misión del ministro de Agricultura chino, Sun Zhengcai, y la de uno de los más influyentes miembros del Buró Político del Partido Comunista, Zhou Yongkang.

Desde esta ciudad, Cristina Kirchner sostuvo que su gobierno y el la República Popular China tenían "raíces comunes" y pidió a los empresarios que se rigieran por afinidades políticas. "Esta nueva mirada de asociación que tenemos que llevar adelante no solamente tiene raíces económicas evidentes. También está vinculada a la política", apuntó, en un tardío almuerzo en el suntuoso hotel Shangri-la, uno de los más grandes e impactantes de esta ciudad tapada de rascacielos.

En el último día de su viaje, la Presidenta se mostró en sintonía con el modelo comunista chino: "Creo que si en algún lugar entienden cómo funciona la economía es aquí en China. Está claro que los empresarios, que se rigen por las relaciones económicas, saben que todo está vinculado a la política".

La Presidenta dejó al mediodía esta ciudad y llegará a Buenos Aires pasado mañana con el conflicto comercial por el cierre del ingreso del aceite de soja sin resolver. Si bien en la comitiva argentina buscaron minimizar las diferencias, tras el encuentro del martes con el presidente Hu Jintao se conformó una comisión de trabajo para solucionar temas pendientes.

El interés chino está puesto en que la Argentina reduzca barreras arancelarias al ingreso de sus productos al país, como textiles y calzados, a cambio de reabrir el mercado para el aceite de soja. El levantamiento del veto de la administración de Hu es uno de los objetivos de la gira.

 

Más garantías

 

Para China, las diferencias comerciales son importantes de resolver. Según un comunicado del primer ministro, que anteayer se reunió con la Presidenta en Pekín, "ambas partes deben tratar apropiadamente las disputas con el fin de proporcionar a la cooperación de los dos países una garantía jurídica más enérgica".

La comisión de trabajo comenzó a funcionar desde ayer en Pekín, con la participación por parte de la Argentina del secretario de Industria, Eduardo Bianchi. Fuentes oficiales dejaron trascender ayer algunos avances en la negociación, y hasta se animaron a poner como fecha para la reapertura de las exportaciones de aceite de soja el mes de septiembre. Pero no hubo informaciones ni confirmaciones del otro lado.

El Gobierno se conformó con las avanzadas gestiones para la apertura de las exportaciones de carnes premium hacia las grandes cadenas hoteleras, hoy totalmente cerradas, que podría concretarse a partir de fin de año, y la firma de un acuerdo entre empresas farmacéuticas.

Después de las fallidas promesas de los 20.000 millones de dólares de 2004, que habían congelado la relación con el gigante asiático, esta vez todo fue más moderado. La gran inversión será argentina y sumará 9500 millones de dólares que prestará China para la compra de trenes y subtes.

Eso sí: antes de irse, y como último gesto para atraer inversiones, la Presidenta le ordenó al canciller Héctor Timerman que agilizara los trámites de visado. "Resulta inconcebible que nos demoremos", le espetó, fiel a su costumbre, en público.

 

UN EMPORIO DE LUCES Y EDIFICIOS EXCENTRICOS

 

SHANGHAI.? Fue desde aquí desde donde se inició la revolución cultural con la que Mao Tsé-tung pretendía, en los inicios de los años 70, terminar con las viejas costumbres, los viejos hábitos, la vieja cultura y los viejos modos de pensar.

Pasaron 40 años y hoy la ciudad más poblada de China levanta 24 millones de metros cuadrados de edificios por año. Es un monumento gigante y ordenado a la ostentación.

Los rascacielos son la marca distintiva de este emporio que se levanta alrededor del río Huangpu. La autopista peatonal en forma circular evidencia el avance de esta ciudad que brilla. Incluso tiene escaleras mecánicas al aire libre y permite dar un paseo por encima del río sobre un gigantesco bloque de hormigón.

Por las noches, la ciudad se convierte en un show de fuegos artificiales permanente. Se nota que crisis energética no hay: todos los árboles de la ciudad, sí, todos, están adornados con luces de colores que provocan efectos de lluvia entre las ramas caídas. Las luminarias parecen ser una cuestión de Estado. Cada edificio deleita con su propio show e incluso los puentes, calles y avenidas forman una heterogénea escala cromática.

Basta meterse en el centro financiero Pudong para toparse con la estrella del barrio: la torre de televisión Perla del Oriente, de 468 metros, que contiene cinco esferas de colores brillantes en rosas y perlas.

Son pocos los lugares que conservan la milenaria Shanghai. Pero los hay. Tomarse un té de jazmín en las cercanías del jardín Yuyuan es como volver el tiempo atrás. (La Nación)


 

 

 


Última actualización Martes 13-Jul-2010 ---- info@puntaderieles.com.ar / info_punta_de_rieles@yahoo.com.ar