10/05/10
Entre sueños y promesas, el tren nunca llegó a cinco provincias
Desde 2008 lo anunció el Gobierno, pero aún las estaciones del interior siguen vacías
El sector ferroviario es testigo de la distancia que hay entre los anuncios 
      y los hechos. Una distancia tan grande que podría medirse en kilómetros 
      y kilómetros de vías por las que no corre ningún tren, pese a las promesas 
      del Gobierno. 
      Después del "lentísimo" tren bala, el polémico ex secretario de 
      Transporte, Ricardo Jaime -hoy procesado-, emprendió el año pasado un raid 
      de anuncios preelectorales que incluyó la inauguración de, por lo menos, 
      cinco ramales ferrourbanos en el interior del país. Pero la decepción llegó 
      para quienes esperaban la reactivación ferroviaria cuando desde la Secretaría 
      de Transporte realizaron el contra anuncio: no hay financiamiento. 
      "Es verdad que hubo una sobreabundancia de anuncios y la realidad es 
      que no hay financiamiento para esos proyectos", dijo un vocero de Transporte 
      a LA NACION. En las oficinas que ahora están a cargo de Juan Pablo Schiavi, 
      no saben cómo explicar los incumplimientos. "A estas alturas decir 
      que no se cumplió con los anuncios de los trenes ferrourbanos es una efeméride", 
      señalaron. 
      Como sea, en Realicó, La Pampa, no piensan de la misma manera. Es que el 
      tren de pasajeros que uniría Lincoln con esa ciudad llegó sólo para la foto. 
      Quince días antes de las elecciones legislativas de 2009, la estación de 
      trenes había vuelto a colmarse de gente y de sueños. Un centenar de personas 
      con banderas argentinas saludaron el paso de la locomotora. Carlos Viglino, 
      de 79 años, fue uno de los que asistió al acto. 
      "Fue emocionante. Volvimos a oír el ruido del tren. En ese momento, 
      había esperanza. La gente estaba movilizada y con expectativas", dice. 
      Viglino tuvo durante 53 años una casa de fotografía, por 17 años fue corresponsal 
      del entonces diario porteño Noticias Gráficas. "Yo mandaba las notas 
      y las fotos del tren todas las semanas. Ahora, serviría para abaratar costos 
      de transporte y dar movimiento a decenas de pueblos", sostiene. 
      Facundo Sola es el intendente peronista de Realicó e integrante del Consorcio 
      Unión Pacífico, que apunta a la reactivación del ramal ferroviario entre 
      Buenos Aires, La Pampa, San Luis y Mendoza. Hoy está muy preocupado. Hace 
      un mes, le mandó una carta documento a la presidenta Cristina Kirchner. 
      "Queremos que la palabra presidencial se cumpla; no vamos a bajar los 
      brazos", sostiene. Todavía resuenan las palabras del gobernador bonaerense, 
      Daniel Scioli, cuando dio por reinaugurado el ramal. "Es un tramo estratégico", 
      aseguró. 
      A falta de grandes obras ferroviarias que inaugurar, y con el proyecto del 
      tren de alta velocidad caído por falta de financiamiento, al igual que el 
      soterramiento del ramal del ferrocarril Sarmiento, Jaime, hizo lo imposible 
      por acercar anuncios a la campaña electoral. Así lo interpretan en la Secretaría 
      de Transporte. 
      En Tucumán, en octubre de 2008, la Presidenta anunció la rehabilitación 
      del tren que recorrería 12 km para unir San Miguel de Tucumán con uno de 
      los puntos turísticos más importantes de la provincia: Tafí Viejo. El servicio 
      uniría las estaciones de Tafí Viejo con la estación Tucumán C del ferrocarril 
      Belgrano, en la capital provincial (ver aparte). 
      Con esto la población del área de influencia de este servicio alcanzaría 
      los 800.000 habitantes. Y las formaciones que se utilizarían para este recorrido 
      incluirían las duplas Apolo, importadas de España, pero acondicionadas en 
      talleres locales. Cada uno de los vagones cuenta con capacidad para 120 
      pasajeros sentados. 
      Bien: nada de eso ocurrió. "Fue un golpe a la esperanza inesperado 
      para los taficeños que soñaban con volver a épocas en que en su ciudad se 
      respiraban aires de trabajo y de progreso", dijo Roberto, un poblador 
      de la "zona de influencia" del tren. 
Proyecto salteño
Durante la reinauguración de un recorrido de vías de 25 km que uniría el 
      sur con el norte de la capital salteña, la Presidenta dijo: "Estamos 
      recuperando algo más que estos trenes; estamos recuperando un proyecto de 
      país", y se refirió a quienes "se han quedado en el pasado", 
      que, según la visión oficial, añoran las políticas "de los 90". 
      Ese tren nunca se puso en marcha. A pesar de que Kirchner inclusive había 
      subido a una locomotora y tocado la bocina para realizar los anuncios que 
      se transmitieron en teleconferencia para Tucumán, Córdoba, Chaco y Lincoln, 
      en 2009. 
      En la misma línea, en el Chaco, el Gobierno prometió invertir $ 90 millones 
      en el ramal C3 del ferrocarril Belgrano, sobre el cual correría el servicio 
      urbano de pasajeros. Iría desde Puerto Vilela hasta Puerto Tirol, con un 
      recorrido de 23 km. Tampoco pudo cumplirse hasta la fecha. 
      Y hay más. En Córdoba, Jaime fue el encargado de poner en funcionamiento 
      otro tren urbano. "Hemos recuperado [el ferrocarril] de las ruinas, 
      luego de 12 años de destrucción y abandono", dijo el funcionario. Además, 
      pidió a los cordobeses que fueran "custodios de estos logros". 
      
      Así dejó habilitada la primera etapa del "ferrourbano", que recorrería 
      los 6,3 km entre la estación de Rodríguez del Busto hasta Alta Córdoba. 
      El proyecto contemplaba la ejecución de otros dos tramos, desde la estación 
      Mitre hasta el barrio Flores y Ferreyra, además de unir Alta Córdoba con 
      Monte Cristo y con Alta Gracia. No se concretó hasta ahora. 
COMPRA DE CONVOYES QUE NO FUNCIONARON
• En 2005, el ex secretario de Transporte de la Nación, Ricardo Jaime había anunciado la llegada al país de material ferroviario rodante usado, desde España y Portugal, por unos $ 1500 millones. El dinero se pagó y los trenes llegaron. Pero la mayoría de las locomotoras y de los vagones no funcionan, porque no sólo vinieron en mal estado, sino que, además, hubo dificultades para adaptarlos a la red ferroviaria local. Según datos de asociaciones de amigos de los trenes, de los 150 vehículos que el Gobierno le compró a España, sólo 29 están en uso; los 121 restantes están parados. Y de los 148 que compraron al gobierno portugués de José Sócrates, 57 están rodando y 91 permanecen quietos en galpones de Boulogne, Remedios de Escalada, Gerli, San Martín, Retiro y Chascomús. (La Nación)
    
    
