09/03/10
De Vido: "Tal vez nosotros no vamos a hacer el tren bala"
Francia, Rusia, los Estados Unidos y Corea del Sur lanzaron una intensa campaña de seducción para venderle a la Argentina sus centrales nucleares, confirmó ayer en París el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido.
En una entrevista con LA NACION, el funcionario reconoció que "tal 
      vez" el gobierno de Cristina Kirchner no realice el anunciado tren 
      de alta velocidad, que había sido adjudicado a un consorcio liderado por 
      la francesa Alstom. "La Argentina quiere enriquecer uranio y tener 
      usinas con uranio enriquecido. Queremos una cuarta y una quinta usina nuclear 
      en el país y, con ese objetivo, estamos trabajando con Francia, con Rusia 
      y con Corea del Sur", precisó el ministro, al término de la primera 
      jornada de una conferencia internacional sobre desarrollo de la energía 
      nuclear que se realiza en la sede de la Organización para la Cooperación 
      y el Desarrollo Económicos (OCDE). 
      -¿Cuáles son los plazos y las características de ese proyecto? 
      -Pensamos en una central de por lo menos 1000 megavatios, que debería estar 
      lista en cuatro años, naturalmente con transferencia de tecnología y ciclo 
      de enriquecimiento de uranio. 
      -El domingo también se reunió con el secretario de Estado adjunto de Energía 
      de los Estados Unidos, Daniel Poneman. 
      -También él me ofreció la posibilidad de que empresas estadounidenses se 
      presenten a esa licitación. Seguiremos conversando con ellos en abril. 
      -Un proyecto de esta envergadura necesita de financiamiento. ¿Cómo hará 
      la Argentina para obtenerlo? 
      -Mañana [por hoy] tengo que hablar con el ministro francés de Energía, Jean-Louis 
      Borloo, y con el vicepresidente de Areva [empresa nuclear francesa]. En 
      ambas reuniones, vamos a plantear la necesidad del apoyo financiero para 
      optar por la tecnología francesa. 
      -¿Y con los rusos, en qué punto están las conversaciones? 
      -Con los rusos y los surcoreanos tuvimos algunas conversaciones preliminares. 
      En esos dos casos, ya tenemos el apoyo financiero. Han ofrecido apoyo financiero 
      a plazos muy largos. Si tenemos de los estadounidenses y de los franceses 
      el mismo apoyo, pondremos en la balanza todas las propuestas y buscaremos 
      la que más nos convenga. De hecho, el presidente ruso Dimitri Medvedev viajará 
      a la Argentina el 14 y el 15 de abril. En ese momento, vamos a profundizar 
      el acuerdo bilateral en materia de energía nuclear. 
      -¿No teme que la situación política del país provoque el fracaso de este 
      proyecto, como sucedió con el tren de alta velocidad? 
      -El TGV tenía financiamiento. Lo que lo volteó fue la crisis internacional, 
      independientemente de la campana mediática y política argentina, totalmente 
      vacía de contenido y conceptualmente espantosa. El TGV salía un tercio de 
      lo que hubiera salido cualquier tren de alta velocidad de Europa, tres o 
      cuatro veces menos de lo que cotizó Alstom en Brasil. El proyecto sigue 
      ahí. 
      -¿Ese proyecto no está muerto? 
      -Tal vez nosotros no lo vamos a hacer. Pero la Argentina se merece un tren 
      de alta velocidad. La finalización de la autopista Córdoba-Rosario, a fin 
      de año, pondrá de nuevo ese proyecto sobre la mesa. Seguramente habrá otras 
      propuestas. Creo que hay que volver a analizar la idea tal cual estaba planteada. 
      A lo mejor, hay que hacerlo por etapas. Estos proyectos siempre se pueden 
      volver a estudiar. 
      -¿Cómo hace su ministerio para seguir adelante a pesar de la tensión política 
      que existe en la Argentina? 
      -El conflicto actual no está incidiendo para nada en las inversiones que 
      llevamos adelante en materia de infraestructura. Nosotros estamos consiguiendo 
      más de 2000 megavatios solamente del sector privado. El problema hoy se 
      sitúa en la cuestión del pago de un endeudamiento que contrajeron gobiernos 
      anteriores. Pero no tiene nada que ver con la inversión para el futuro. 
      La Argentina está al día con su deuda. Tenemos la deuda refinanciada, y 
      el ministro de Economía avanza en un acuerdo con los tenedores de bonos. 
      (La Nación)
