28/06/18
Con licitación judicializada, Metrovías confía en retener la concesión del subte
Roggio competirá por su cuenta contra dos UTE con participación extranjera. Otras firmas desistieron de ofertar por el desenlace incierto de la ley que habilitó la subasta
El grupo Roggio, controlante de la empresa Metrovías, tiene planeado competir por su cuenta para retener la concesión de las seis líneas del Subte y el Premetro, que el Gobierno porteño busca concesionar a través de una licitación pública nacional e internacional, pero cuyo desenlace se halla atado a la suerte que corra la causa judicial que cuestiona la legalidad del proceso en marcha.
Metrovías se presentará para retener el servicio por un plazo de 12 años, prorrogable por otros tres, asociada con Benito Roggio Transportes (BRt), la unidad de negocios de transporte del holding cordobés, sin ningún share para otras empresas. Eso sí: por fuera, la sociedad contará con la empresa ferroviaria alemana, Deutsche Bahn, como asistente técnico y operativo, que prestaría "soporte en temas de innovación y tecnología", según voceros.
De acuerdo a fuentes del mercado, Metrovías se encuentra en diálogo con distintas empresas para incorporarlas como subcontratistas, especialmente en el área de mantenimiento de material rodante, pero no como socias principales. De hecho, Roggio rechazó en febrero una propuesta de la firma controlante del Metro de París, RATP, para compartir un negocio que se estima en $ 60.000 millones.
Pese al optimismo que tiene el actual concesionario, que explota el subterráneo desde 1994, sus planes podrían verse entorpecidos de avanzar en la Justicia el amparo presentado en febrero por la ONG Observatorio del Derecho a la Ciudad, que exige la nulidad de la ley 5885, aprobada en noviembre pasado con mayoría simple de la Legislatura, con votos del PRO, la Coalición Cívica y el espacio de Graciela Ocaña.
La entidad litigante, al igual que varios bloques opositores durante el debate, consideran que la concesión debió aprobarse, siguiendo la Constitución porteña, con mayoría calificada de dos tercios y siguiendo el proceso de "doble lectura", que estipula además la celebración de una audiencia pública con asistencia de vecinos y partes interesadas.
La misma litigiosidad que podría hacer caer el proceso licitatorio ya quitó de competencia a otras empresas extranjeras que se mostraban a priori interesadas, pero que ven con preocupación la "imprevisibilidad jurídica" argentina y, a su vez, la alta conflictividad gremial, por la que sindican a los Metrodelegados. Por estos motivos, bajaron sus ofertas el Metro de Berlin (BVG), el Consorcio Regional de Transportes de Madrid, y el Metro de Santiago de Chile, en tanto no se conocen novedades del Metro de Milán ni la firma canadiense Bombardier.
Con este escenario, de momento son tres los grupos societarios que mantienen su intención de competir por la operación del subterráneo, que en caso de frustrarse, obligará a renovar precariamente en Metrovías la operación.
Al grupo Roggio pretende hacerle sombra la Corporación América, del empresario Eduardo Eurnekian, que será la pata local de la corporación francocanadiense Keolis, cabeza de la UTE, y de la compañía británica Transport for London (TfL), que opera la red inglesa.
Keolis, operadora del metro de Lyon, en Francia, ve Buenos Aires la puerta de entrada al mercado sudamericano, donde todavía no tiene operaciones. La firma, cuyo paquete accionario está en manos de la compañía estatal ferroviaria de Francia (SNCF) y la Caja de Depósitos e Inversiones de Québec, cuenta con operaciones en América del norte, África, Europa y Asia.
La otra competencia confirmada al grupo Roggio tiene bandera: las francesas RATP Dev, subsidiaria de la empresa estatal propietaria del Metro de París, y Alstom, compañía enfocada en la fabricación y mantenimiento de unidades ferroviarias, que tiene operaciones en el país desde 1993, y cuenta con un taller en Los Hornos, cerca de La Plata, donde ya ajusta las unidades que corre bajo tierra Metrovías. Ambas compañías fueron las primeras en lanzarse a la carrera, en enero pasado. (El Cronista)