31/07/17
El futuro del subte, una incógnita cuando faltan cinco meses para el fin de la concesión
El 31 de diciembre vence el contrato de la empresa que gestiona el servicio; la Ciudad pretende llamar a una licitación internacional y la oposición, estatizar la red; el tiempo no alcanza para ninguna opción
La explotación del servicio de subte será eje de debate en los próximos meses. En diciembre se vence el contrato de la empresa Metrovías, que tiene la concesión desde hace 23 años, lo que abre una gran incógnita sobre el futuro del sistema.
En la Legislatura porteña, las propuestas del oficialismo y de los bloques de la oposición se ubican en extremos opuestos. De un lado se persigue una nueva privatización; del otro, se pretende la reestatización integral de toda la red. Para cualquiera de las dos posibilidades, el tiempo se acorta demasiado rápido, aunque la continuidad del servicio no correría peligro.
Los cinco proyectos aún están en etapa de debate en comisiones, principalmente la de Tránsito y Transporte, y no es posible que se eleven al recinto hasta después de las PASO del mes próximo. El Poder Ejecutivo plantea un llamado a licitación internacional para dar en concesión el servicio por 12 años, prorrogable por otros tres; un proceso demandaría varios meses por los plazos legales que deben cumplirse para aprobar los pliegos, abrir la convocatoria y adjudicarla. El tiempo tampoco alcanzaría si prospera la intención de la oposición, que podría unificar sus ideas en un solo proyecto.
Ante la encrucijada, el bloque Cambiemos empezó a evaluar una alternativa: otorgarle a Metrovías una prórroga del contrato actual hasta que se resuelva la discusión, para garantizar la continuidad del servicio. En 2012, cuando se aprobó la ley 4472 de regulación y reestructuración del subte, se decretó la emergencia por cuatro años, pero en febrero de 2016, el Gobierno la extendió hasta fines de este año.
Durante la gestión de Metrovías, los pasajeros anuales pasaron de 145 millones en 1993 a 304 millones en 2016. Las mejoras en el servicio no pudieron callar las críticas de los usuarios que aún se siguen escuchando por la frecuencia escasa y la incomodidad en horas pico. Tampoco pudieron ocultar las promesas incumplidas, por ejemplo, la construcción de diez kilómetros por año que anunció Mauricio Macri cuando era candidato a jefe de gobierno.
"Es una de las prioridades en la agenda legislativa de este año, somos optimistas en que antes de diciembre se vote la ley para una nueva concesión", admitió Francisco Quintana, jefe del interbloque Vamos Juntos en la Legislatura. "Pero eso no le daría tiempo al Ejecutivo para finalizar el proceso licitatorio, por lo cual es probable que en simultáneo se vote una prórroga a favor de Metrovías hasta que finalice dicho proceso", agregó.
Funcionarios porteños ya mantuvieron reuniones con operadores del exterior, por ejemplo, de Francia y Estados Unidos. Aunque también el juego está abierto para Metrovías, que tiene experiencia en el ámbito internacional. En San Pablo, Brasil, operó la Línea 4, la más moderna de América latina, que transporta 750.000 usuarios por día.
Para el oficialismo se trata de una ley que se aprobaría por mayoría simple, con 31 votos. Con 28 diputados propios más cuatro que forman el interbloque, tendrían la pulseada ganada. Pero la oposición se planta para dar batalla. "Creemos que es una ley que se debe aprobar con 40 votos", avisó Gabriel Fuks, de Corriente Nacional de la Militancia, autor de un proyecto propio.
Fuks propone que Subterráneos de Buenos Aires (Sbase) preste el servicio público y ampliar su directorio con la incorporación de trabajadores del subte, usuarios y una persona designada por la Legislatura. Además impulsa que la autoridad de aplicación subsidie la totalidad de la tarifa de aquellos pasajeros que padezcan limitaciones físicas, jubilados y estudiantes. "Antes de promover una licitación internacional, el Ejecutivo debería explicar por qué convoca a gestores estatales del servicio en otras ciudades", pidió el legislador.
En el Frente para la Victoria también plantean que la operación pase al Estado, a través de Sbase, y apoyan la idea de que se trata de una ley de 40 votos. "Por el pésimo servicio, la mala frecuencia, el hacinamiento y todos los padecimientos del usuario, nos parece necesario que se intente volver a una gestión pública. Creemos que las respuestas deben llegar por otro lado", sintetizó Carlos Tomada, presidente del bloque del FPV.
El Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) propone la disolución de Sbase y la creación de Subterráneos del Estado de Buenos Aires (SEBA), un organismo encargado de administrar el servicio. La operación, el control, la gestión y administración estarían a cargo de los trabajadores y los usuarios de subte.
Mientras, el Partido Socialista Auténtico (PSA) pretende algo similar al FPV y a Fuks para garantizar el servicio estatal. "El proyecto no necesitaría mucho tiempo de adaptación porque sería automático, ya que Sbase tomaría el control en forma integral. Técnicamente es posible aunque se diga que la Ciudad no tiene la capacidad de gestión", argumentó Adrián Camps, del PSA.
Con ideas en sintonía tanto sobre la estatización como sobre la cantidad de votos, la oposición busca abroquelarse para torcer la decisión del Poder Ejecutivo de continuar con el modelo actual.
Un transporte centenario con poco recorrido
Extensión
La red del subtes porteña tiene una extensión de 54 kilómetros, distribuidos en seis líneas. Es la más antigua de América latina, desde la fundación de la centenaria línea A. A su vez, es una de las más cortas de la región. La de Santiago de Chile supera los 100 kilómetros y la de San Pablo (Brasil), los 330 kilómetros.
Pasajeros
Cuando Metrovías tomó el control y la explotación del servicio, en 1993, viajaban unos 145 millones de pasajeros por año; el año pasado cerró con un aumento del 110% respecto de aquel año. En 2016, viajaron 304 millones de personas, lo equivalente a un promedio de 800.000 diarias. En días hábiles ese número puede trepar hasta 1.200.000.
Reclamos
Los reclamos de los usuarios rondan principalmente en torno a la frecuencia en algunas de las líneas, la falta de aire acondicionado en las unidades, los problemas para viajar en las horas pico y el ruido que provocan las formaciones.
Se cumplió la primera jornada de paro gremial
Anoche se cumplió la primera de las tres jornadas de reclamos anunciadas por los metrodelegados de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro. No hubo servicio durante dos horas, entre las 21 y las 23, en la línea H. La medida se repetirá el lunes, en las líneas D, E y el Premetro en el mismo horario, y el martes, en la B y C, de 5 a 7. "Rechazamos la decisión unilateral de imponer una paritaria que es insuficiente en su propuesta económica, que no incluye un ítem importante como la antigüedad, que hay una negativa de mejorar condiciones de trabajo y licencias", dijeron los metrodelegados en un comunicado. Metrovías, por su parte, informó que el viernes pasado se firmó un acuerdo que completa las negociaciones paritarias. (La Nación)