04/07/17
El abandono en línea E de subte, una pesadilla cotidiana
• FRECUENCIA SUPERA LOS 20 MINUTOS.
• DETERIORO EN INSTALACIONES.
La extensión de tres estaciones que conectará Plaza de Mayo con Retiro está en obra desde 2008. Entre idas y vueltas recién estará inaugurada en 2019. Denuncian falta de inversión.
Imágenes diarias. Cuando llueve, las filtraciones en las estaciones son un clásico. En la foto de la izquierda se puede ver la parada de Medalla Milagrosa repleta de agua. En Boedo, hace tres años se cayó parte del techo, sólo fue arreglado provisoriamente por lo que sigue filtrando agua.
Demoras que promedian los 20 minutos, trenes viejos que generan un ruido ensordecedor, filtraciones de agua los días de lluvia y falta de señalización son algunos de los problemas que enfrentan día a día los usuarios de la línea E de subte. Con una extensión de 9,6 kilómetros, conecta el sur de la Capital con el microcentro desde la estación Plaza de los Virreyes hacia Bolívar. A pesar de que 81.000 pasajeros la usan diariamente el Gobierno de la Ciudad parece haberse olvidado de su existencia.
Como si fuera poco, la extensión de la línea que busca unir Plaza de Mayo con Retiro sigue postergando su fecha de inauguración. Las obras que comenzaron a fines del 2008 en manos del Gobierno kirchnerista quedaron estancadas en 2012 con el traspaso del subte a la Ciudad. Recién en 2015 el Gobierno macrista retomó los trabajos con la promesa de terminar el proyecto en 2018. Ahora esa fecha se trasladó para el 2019.
"El Gobierno nacional anterior fue el encargado de realizar la obra civil. En diciembre de 2015 se firmó el traspaso de la obra al Gobierno de la Ciudad y se está avanzando con los trabajos necesarios que comprenden la instalación de vías, sistemas y equipamientos para que las estaciones puedan estar operativas", aseguraron desde el Ministerio de Desarrollo Urbano de la Ciudad.
A esta muestra de falta de inversión, se suma el mal funcionamiento que a diario sufren los usuarios. En el mes de junio, sólo cuatro días el servicio no funcionó con demoras. Si bien desde Metrovías -empresa concesionaria del servicio- sostuvieron que el intervalo entre tren y tren es de 5.06 minutos, eso ocurre en pocas ocasiones y en general la espera llega a ser de entre 10 y 15 minutos. "Esto se debe básicamente a la falta de coches. Hoy contamos con una flota de entre 7 y 9 vagones, cuando para trabajar correctamente necesitamos 14", explicó uno de los trabajadores de la línea que prefirió preservar su identidad.
Si bien desde el Gobierno de la Ciudad sostuvieron que están cambiando los trenes, se trata de vagones viejos que formaban parte de la flota de la línea A. "Necesitamos que inviertan en nuevos coches, no que nos den las sobras de otras líneas", sostuvo el trabajador. Actualmente la línea E cuenta con coches General Electric que tienen en promedio 60 años de antigüedad lo que genera un ruido ensordecedor para el usuario, ya que no son coches herméticos y no hay forma de aislar el sonido que provoca el deslizamiento de la formación.
"Es una de las líneas con menos inversión y con más reclamos de los usuarios, sobre todo en cuanto a la infraestructura. Recibimos denuncias por filtraciones de agua los días de lluvias, deterioro en los vagones y vías y demoras altísimas", explicó a Ámbito Financiero Fernando Barrera, director del Ente Único Regulador de los Servicios Públicos. Para el dirigente porteño la explicación se debe a la política de gestión de este Gobierno. "El subte no es prioridad, esto se debe a los elevados costos que requieren por eso se opta a otras vías de transporte como el Metrobus", concluyó. (ámbito)