08/06/16
Un estímulo a la batalla subterránea sindical
El fallo pone un límite a las huelgas espontáneas
Puertas adentro, en los sindicatos se hacen lecturas diversas del fallo de la Corte sobre el derecho de promover una huelga. Por un lado, celebran que sean exclusivamente los gremios los impulsores de la medida de protesta, lo que los privilegia por sobre alguna comisión de delegados díscola y los destaca de las organizaciones sociales o cooperativas de trabajo.
Pero un sector también observa con preocupación la línea que adoptó el máximo tribunal, que parece dispuesto a poner fin a los beneficios de los gremios con personería, mayoritariamente enrolados en la CGT, y equipara derechos con los meramente inscriptos, que por lo general adhieren a la CTA.
La diferencia entre unos y otros es gigantesca: los gremios con simple inscripción no poseen la representación colectiva, por lo que no están habilitados a negociar la paritaria ni a retener automáticamente de los salarios el dinero de la cuota sindical. Es decir, no cuentan con el monopolio ni con la caja, como sí los tienen los gremios con personería. El botón de muestra más conocido: la disputa entre la UTA y los metrodelegados por la representación de los trabajadores del subte metropolitano. Desde ahora, ambos sectores estarán habilitados por la Corte para promover una huelga. Es decir, el fallo amplía el derecho de los simplemente inscriptos.
"El fallo atenta contra las huelgas espontáneas. Ordena la protesta, la institucionaliza. Pero es restrictivo y represivo: todos los que adhieran a la huelga y no estén sindicalizados estarían considerados en la ilegalidad y podría surgir una causal de despido", dijo a LA NACION Horacio Meguira, abogado laboralista de la CTA.
Esa mirada comparten dos especialistas laborales de la CGT, que prefieren el anonimato. "Hay una doble lectura: amplía los derechos de los simplemente inscriptos, pero no habilita a convocar a una huelga a las agrupaciones informales de trabajadores", expresa un abogado laboralista que trabaja con Hugo Moyano. El fallo sería un fuerte impacto para las comisiones de delegados de la izquierda, que en los gremios peronistas suelen ser minoría y se oponen a las decisiones que adopta la cúpula.
La resolución de la Corte se conoce en línea con el debate que se desarrolla en la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en Ginebra. Allí, el sector que representa a los empresarios empuja la discusión para limitar los alcances del derecho de huelga.
En los gremios consideran que el fallo es un guiño al Gobierno en su intento de contener la conflictividad social. En mayo hubo 587 piquetes en el país, según la consultora Diagnóstico Político. De acuerdo con el informe, sólo un 13% de los cortes fueron activados por trabajadores del sector privado. La mayoría de las protestas no son promovidas por los gremios.
Como pasó con los tres últimos fallos de la Corte sobre el modelo sindical, se abre una batalla subterránea entre las tres CGT y las dos CTA por el encuadramiento y la representación de los trabajadores. Ayer se los equiparó en cuanto a la huelga. Eso sí, buena parte del poder de las CTA se asienta en las organizaciones sociales, cooperativas y en el gremialismo de base que se identifica con la izquierda. Se distingue así un perdedor. (La Nación)