18/11/14
Línea H: una mancha más al tigre
Licenciado en Economía (UBA). Maestría y Doctorado en Teoría Económica (USP). Profesor titular (FCE-UBA). Investigador del CEPED (UBA). Coordinador académico del Plan Fenix.
El economista Alberto Müller advierte que, de prosperar la segunda modificación a la traza de la línea H, cerca del 40% de la red de Subte "pasará a no tener justificación". El riesgo que supone en materia de infraestructura la toma de decisiones erradas sobre la marcha y en base a coyunturas.
La construcción de la línea H – que debía unir Retiro con Puente Uriburu – es una suerte de continuo de decisiones tomadas sobre la marcha, en buena medida equivocadas.
Inicialmente, se había priorizado para esta línea el tramo Once-Retiro, yendo por las avenidas Pueyrredón y Libertador. Desconozco los detalles de cómo se optó por esta alternativa, pero lo cierto es que atravesaba una zona razonablemente densa (aunque pienso que debería haberse evaluado la alternativa de avenida Santa Fe).
Pero no fue así: a raíz de una audiencia pública donde habitantes del sur habrían hecho oír su reclamo, se optó por el tramo contrario: Once a Puente Uriburu. Esta decisión puede haber respondido a lo manifestado en la audiencia, o no. Esperemos que no haya sido así, porque la construcción de una línea de subte no puede responder a un episodio meramente coyuntural.
Esta decisión fue claramente errónea, como los hechos lo demostraron. Por lo pronto, estaba previsto un tramo en viaducto, para reducir costos; pero los vecinos que supuestamente reclamaban la línea pasaron a reclamar contra la intrusión visual que ella significaría. Así quedamos en el peor de los mundos: una solución cara, para una línea con escaso tráfico. La línea H, hoy día con 5,5 km y llegada a Avda. Corrientes, transporta una cantidad ínfima de pasajeros, y comparte así, con la Línea E, el dudoso privilegio de integrar el tercio de la red de subtes que carece de justificación económica.
Acto seguido, tuvimos el episodio de redireccionamiento de la traza desde Pueyrredón: se cambió la Avenida del Libertador por un largo enlace por debajo del ferrocarril y la Villa 31, con una estación en un casi descampado y un largo tramo sin estación alguna. La fórmula para asegurar la inutilidad de la línea, y de brindar un engañoso servicio a la Villa mencionada.
Finalmente, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ha decidido sobre la marcha una nueva modificación de la traza. En lugar de Puente Uriburu, se desviaría por Avenida Perito Moreno hasta Avda. Fernández de la Cruz. Se acercaría así al Nuevo Gasómetro (¿un gesto hacia el Papa? quien sabe…) y a la Villa 1-11-14.
No creemos que haya estudios fundamentados para esta decisión, porque si los hubiera, jamás se habría tomado. La zona carece de densidad demográfica, como lo atestiguan las condiciones de circulación razonablemente fluidas. Se supone además que el Metrobús por Avenida Cruz viene a cubrir adecuadamente los requerimientos de movilidad.
En fin, una mancha más al tigre; todo sea para agregar túneles de poca utilidad. Si se concreta la línea H en su totalidad, podemos augurar que cerca del 40% de la red pasará a no tener justificación; esta pareciera ser una auténtica “política de estado”, dado que hay responsabilidad aquí de varias administraciones.
Tal como ocurrió con el Premetro, la historia de la línea H deberá integrar alguna vez los manuales de formulación y evaluación de proyectos de transporte, como ejemplos de lo que no hay que hacer.
Mientras tanto, proyectos bastante más viables como la línea F siguen a la espera. (enelSubte)